Contra el tabaco
La UE endurece las normas y pide informes para regular también el cigarrillo electrónico
El Parlamento Europeo ha aprobado una nueva directiva que endurece las medidas contra el tabaquismo, entre ellas la prohibición inmediata del tabaco de sabores y la de los cigarrillos mentolados para antes de 2020. También establece que el espacio destinado a advertir sobre los efectos nocivos del tabaco sea el 65% de la superficie de la cajetilla, en lugar del actual 40%. La directiva pretende incidir especialmente en la población adolescente, que es la más vulnerable. El 70% de los actuales fumadores se iniciaron en el hábito antes de los 18 años.
El balance de la anterior directiva, aprobada en 2002, es muy positivo, pues ha logrado reducir el porcentaje de fumadores en un 40% en los 15 países que formaban parte de la Unión cuando entró en vigor. Pero en los últimos años se ha observado un repunte del tabaquismo entre los más jóvenes. No hay que olvidar que esta epidemia es la primera causa de mortalidad evitable y que todavía está detrás de más de 700.000 muertes anuales en la UE. El pasado 11 de enero se cumplieron 50 años desde que las autoridades sanitarias de EE UU emitieron la primera advertencia de que el tabaco mata. Un reciente informe estima que se ha cobrado desde entonces, en ese país, 20 millones de vidas. Y advierte de que, pese a que las medidas antitabaco han reducido el porcentaje de fumadores del 43% al 18% y evitado la muerte prematura de 8 millones de personas, el poder adictivo de la nicotina sigue haciendo estragos.
Ahora se plantea el dilema de cómo regular el nuevo cigarrillo electrónico, que libera nicotina pero no contiene las sustancias perjudiciales de un cigarrillo. La directiva europea aplaza su decisión hasta disponer de los estudios pertinentes. La cuestión es si se considera un medicamento que sirve para dejar de fumar, como el parche de nicotina, o es un producto sustitutivo del tabaco, en cuyo caso tendría que someterse a las mismas limitaciones que el tabaco convencional. El cigarrillo electrónico contiene nicotina, y no se ha demostrado que sea eficaz para dejar de fumar. Al contrario, puede mantener al usuario en la dependencia de la nicotina, cuando para dejar de fumar lo importante es evitar todo contacto con esta sustancia. En el caso de los jóvenes, puede convertirse en la puerta de entrada al tabaco. En todo caso, la nicotina es una sustancia adictiva y como tal, su consumo debe estar siempre regulado.
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