Un movimiento ciudadano contra el cambio climático
Tercera entrada deAlejandro González, de @Inspiraction, desde la Conferencia del Clima de Varsovia. Puedes consultar las anteriores aquí.
Acción de Corporate Europe en el centro de Varsovia.
La cumbre reiniciaba su actividad ayer en una sala de reuniones abarrotada de observadores de movimientos sociales y ONG. Estaba presidida por Claudia Caldera, alto cargo del Gobierno de Venezuela, que explicaba el calendario y los objetivos de la “preCOP20”, un encuentro en varios episodios que precederá a la COP20 de Lima (Perú). EL objetivo del encuentro es llevar la voz de la sociedad civil a las COPs. Reconociendo que a las organizaciones se les intenta dejar de lado en las negociaciones, Venezuela ha organizado un foro a medida para las discusiones y demandas de sociales, para luego buscar vías de llevar esas voces de una manera efectiva al corazón de las negociaciones.
Las maratonianas agendas además incluye planificación del trabajo de incidencia: impresión de boletines diarios sobre los temas, premios a los peores países, acciones, teatrillos, pancartas, intervenciones en los plenarios, trabajo de prensa y redes sociales, manifestaciones, diálogo con las delegaciones… por no incluir todo el trabajo de propuesta de políticas de cambio climático: las organizaciones vienen cargas de propuestas técnicas para poner en práctica políticas ambiciosas y realistas de cambio climático.
Las ONG, heterogéneas y organizadas bajo las distintas alianzas, representan y legitiman la voz de la sociedad civil en su conjunto: organizaciones ecologistas, de desarrollo, especializadas en bosques, ríos, o residuos, educativas, scouts, religiosas o sindicatos son capaces de trabajar juntas. Redes como Climate Action Network (CAN) a nivel internacional o Coalición Clima en España, con InspirAction participando activamente en las dos, son buenos ejemplos.
Este panorama intenso tiene otra cara: la de la sensación de despilfarro de recursos en vuelos, hoteles y comida rápida, la brutal huella de carbono de las cumbres y sobre todo la permanente sensación final de impotencia: ya hemos vivido sonados fracasos, pero en Varsovia vamos a peor. Todos nos preguntamos qué hacemos aquí, pero nadie ha renunciado a creer en un proceso multilateral que sería muchísimo peor sin vigilancia y a merced de otros intereses que no sean los del planeta. Sin embargo son muchas las organizaciones horizontales las que han optado por construir encuentros paralelos alternativos a donde llevar las propuestas de la sociedad civil: el valor de la agricultura campesina, el cambio de modelo de consumo, el papel de la biodiversidad y las comunidades que la cuidan, los principios de solidaridad… Después de dos años de sequía de movilización social a las puertas de los recintos oficiales, el año que viene la COP20 de Perú anuncia una contracumbre unitaria convocada por todas las redes de organizaciones latinoamericanas. Construyendo Puentes, como así ha bautizado al encuentro el Movimiento Ciudadano contra el Cambio Climático va a renovar la lucha por cambiar este modelo que amenaza al planeta.
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