_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ya-Tal

El silencio del presidente anticipa la durísima batalla del largo invierno

Manuel Rivas

Se ha hablado mucho sobre la expresión, pero sin descifrar su misterio encriptado. Ante la pregunta (referida a Bárcenas), el presidente respondió: “Ya tal”. Ya, tal. Ya...tal. O talvez Ya-Tal. Los analistas se han apresurado a interpretar este minimalismo semántico como una muestra más de la indefinición de Rajoy ante las graves acusaciones a la cúpula de su partido, que estaría inmersa en un modus vivendi propio de una organización político-mafiosa. En lo personal reflejaría su miedo a pronunciar lo innombrable, el nombre tabú del que fue todopoderoso tesorero, como si ello acarreara una maldición incurable. Según el rey de los chicharros, los puros de Rajoy eran de hojas de 500 pavos. Pero cabe otra interpretación, no contradictoria con las anteriores. Ya-Tal es una clave. Por supuesto, responde a una tradición proverbial, en la que se dice todo aparentando no decir nada. Quienes hablan de vacío, evasión, tancredismo, e incluso tomadura de pelo a la gente, ignoran las profundas raíces en que se basa el yatalismomarianista. No se trata de un recurso coloquial para salir del paso, sino que obedece a un laborioso proceso de condensación informativa. Pensemos en la explicación del senador Iglesias Corral, en paz descanse, después de gran escándalo. Todo el mundo esperaba un infinito discurso exculpatorio, pero el veterano jurista se atrevió con la cruda verdad en cinco palabras: “Aquí pasó lo que pasó”. El presidente Rajoy podría haberse puesto retórico y estirar la explicación: “Por una parte, ya ven; por otra, ¿qué quieren que les diga?”. Pero no. Fue más allá. Comprimió todos los documentos, conocidos o desconocidos, todas las contabilidades, oficiales o secretas, toda la realidad, visible o invisible. El haz y el envés. El yin y el yang: ¡Ya-Tal! Damas y caballeros, algo tenemos que poner de nuestra parte: ¿quién es Ya-Tal? El silencio del presidente anticipa la durísima batalla del largo invierno. ¿Ya-Tal? El principio y el fin.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_