Jackson no se escapa ni muerto de acusaciones de abusos sexuales
El coreógrafo, que en 2005 fue el testigo principal del cantante, se retracta y se suma al juicio que se celebra en Los Ángeles contra la productora de su gira
Michael Jackson vuelve a estar en tela de juicio. Da igual que el rey del pop esté muerto o que su familia haya demandado a la promotora AEG Live por negligencia y por llevar al intérprete a su muerte. Tras dos semanas de un proceso, que promete durar hasta cuatro meses, las cosas se están poniendo muy feas para todos. El retrato presentado hasta la fecha por la defensa es la de un Jackson desorientado y enfermizo que aseguraba obsesivo e incoherente que Dios le hablaba. Un héroe demasiado frágil para cantar y bailar a la vez por lo que la promotora pensaba utilizar playback con tal de llevar adelante la gira. El intérprete de Bad vivía al límite forzado por una de las mayores promotoras de conciertos con tal de ofrecer esa última gira que le haría resucitar de sus cenizas y que, sin embargo, le llevó a la muerte. “Michael se está muriendo. Tiene que ser ingresado en un hospital ya”, apeló en su día llorosa la bailarina, productora y amiga de la familia Jackson, Alif Sankey, según recordó durante su testimonio en el juicio en un momento que hizo llorar a muchos de los asistentes y aún más a los que siguen el proceso en monitores en una sala adjunta porque no caben en la principal.
Un momento dramático que fuera del proceso coincidió con un nuevo revés contra la figura de Jackson cuando uno de sus llamados amigos de infancia, el coreógrafo Wade Robson, confesó haber sido objeto de abusos sexuales por parte del cantante. Se trata de la misma persona que negó dos veces bajo juramento haber sido víctima o haber presenciado cualquier comportamiento inapropiado de Jackson. El mismo que fue uno de los testigos más creíbles a favor del cantante durante el proceso por pederastia de 2005. Cerca de cuatro años después de la muerte de Jackson, Robson, 30 años, ha solicitado permiso legal para convertirse en acreedor del legado del cantante aduciendo haber sido víctima del intérprete cuando se quedaba a dormir en ese famoso Rancho Neverland entre los 7 y 14 años de edad. Una demanda que el equipo legal de Jackson definió como “escandalosa y patética”.
Nada parece haber cambiado desde ese juicio de 2005. De nuevo las fotografías del cuerpo de Jackson vuelven a ser objeto de discusión en el proceso. En esta ocasión fue la de su cuerpo muerto en la mesa del forense. Un testimonio gráfico que muestra a un héroe de la música con problemas de drogadicción pero sin marcas de haberse inyectado. Una imagen que confirma que Jackson padecía vitiligo de ahí la razón de su progresiva palidez, pero que tenía los labios tatuados de rosa, y las cejas y la línea del comienzo del cuero cabelludo, de negro.
Y una vez más sigue el circo. El de sus seguidores, el informativo y, en esta ocasión, hasta el Circo del Sol. La troupe canadiense celebrará el cuarto aniversario de la muerte del intérprete de Thriller con el debut de One, su nuevo espectáculo que con sede en Vegas utilizará de las canciones originales de Jackson para desplegar sus acrobacias aéreas.
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