_
_
_
_
_

Guillermo y Máxima, los primeros reyes del siglo XXI

Los príncipes de Orange serán los primeros en llegar al trono de una generación que ve la monarquía como un trabajo profesional

Mábel Galaz
Los príncipes de Orange, con sus tres hijas.
Los príncipes de Orange, con sus tres hijas.CORDON

Ellos serán los primeros de una nueva generación de monarcas —a los que ya se les conoce como los reyes del siglo XXI— en ser coronados. Guillermo y Máxima de Holanda representan el futuro de la monarquía, no solo en su país sino también de la institución. Las miradas estarán puestas en ellos en unas tiempos en los que cada vez suena con más fuerza la pregunta: ¿tiene sentido ahora la monarquía?

La reina Beatriz de Holanda fue rotunda al explicar los motivos de su abdicación: "Ha llegado el momento de dar paso a otra generación". Guillermo llegará al trono con 46 años. En la cuarentena están también Felipe de Borbón, que el miércoles cumple 45, Federico de Dinamarca, Haakon de Noruega y Felipe de Bélgica. No ha cumplido los 40 años Victoria de Suecia, y ha sobrepasado ampliamente esta edad Carlos de Inglaterra, que tiene 66.

Guillermo posee una sólida formación. Licenciado en Historia y con gran experiencia en el ejército, en especial como piloto, ha sido educado para reinar. Beatriz, su madre, está convencida de ello. "No tengo la menor duda de que el príncipe de Orange está preparado para el papel que le va a tocar desempeñar", dijo en su mensaje del lunes. De hecho, desde hace 10 años, cuando murió su padre Claus y se casó con Máxima, su papel de heredero ha tenido cada vez más protagonismo. En ello influyó que desde hacía tiempo Beatriz sabía que tenía que dar el relevo, y el momento se acercaba. Las reinas de Holanda tienen el hábito de abdicar, lo hizo su madre y lo hizo su abuela. Los 75 años que cumple Beatriz el jueves, y los 200 años en el trono de los Orange, convertían 2013 en el momento idóneo para dar el relevo generacional en una Holanda en calma

El hijo de Beatriz, que reinará como Guillermo IV, pertenece a un grupo de príncipes profesionales que saben que tienen que ganarse su puesto cada día. El futuro rey fue de los primeros de su generación que apostó por un matrimonio por amor. Conoció a Máxima en la Feria de Sevilla, en una caseta en la que ella se arrancó por sevillanas. Tardó en convencer a su familia de que la elección era la adecuada. Siendo príncipe, no solo basta el amor, también era necesaria la conveniencia. Tras ganarse a los suyos, los Orange, Guillermo tuvo que lograr el consentimiento del Gobierno. Tarea difícil, ya que Máxima es hija del que fue ministro de Agricultura de Videla. Al final se salió con la suya. Ahora Máxima es uno de los miembros más populares de la familia real holandesa, que con ella ha alcanzado las cotas más altas de aceptación.

Máxima ha demostrado ser una buena profesional. Ella no fue criada para reinar, pero sí para ser una mujer independiente. Estudió Economía y ejerció hasta que se casó. Hace algún tiempo el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon la fichó como asesora para asuntos financieros de países en vías de desarrollo. Ahora deja la economía por la Corona, otro trabajo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_