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Luz Casal: "¿Qué tiene mi párvula boca? Ni idea"

Una charla con la cantante sobre anunciar bancos, sobrevivir al cáncer y marcar goles en la vida

Ilustración de la cantante Luz Casal.
Ilustración de la cantante Luz Casal.TOMÁS ONDARRA

Pregunta. Los próximos 22 y 23 monta en su pueblo, Boimorto, un mega­evento con su nombre: Festival de la Luz. ¿Invitará a quienes más necesitan la iluminación: De Guindos, Merkel, el BCE?

Respuesta. No. Invito a la gente a la que le gusta la música. Y no pido a nadie afiliación, profesión o género. Todos son bienvenidos.

P. Que el escenario sea su casa natal provocará gran procesión de exvotos y reliquias.

R. Yo creo que va a ir gente que nos sigue, y otra a la que le guste cualquiera de los participantes. Va a ser una ocasión de fiesta, gastronomía, artesanía, música. No se lo van a creer.

P. ¿Usted de qué adolece: de empanada, de gaita, de muñeira?

R. Yo creo que de todo. El origen gallego es muy obvio, aunque tampoco tengo una relación muy intensa, y no voy tanto allí. Pero empanada habrá.

P. Venden las entradas a través de Novagalicia Banco. Qué peligro.

R. Parece que no… Yo soy una persona bastante crédula, me tienen que traicionar para no creer. Intentamos facilitar a la gente de toda España que pueda imprimir sus entradas sin desplazarse.

A CORTA DISTANCIA

Nos vemos en un bareto cerca de la Prosperidad, en Madrid, donde ella suele comer con su marido, Paco, que se da a las tapas en la barra mientras charlamos. Ella toma té, y habla con enorme entusiasmo del Festival de la Luz, de la música, del folclore y de la romería que se va a montar. Dice que es más aldeana de lo que parece, aunque no vaya mucho al campo. Y que le gusta meter las manos en la tierra. De momento, prepara para los días 22 y 23 su párvula boca, herramienta de trabajo.

P. Luz, Luz 1, Luz 5, Festival de la Luz… Entre discos y saraos, ¿pasa la vida autohomenajeándose?

R. Ni soy autocomplaciente, ni arrogante o engreída. Se llama Luz porque a un disco no le voy a poner Maricarmen [ríe]. Y el festival, entre ponerle Festival del Acordeón o del Pop Gallego, así tiene unas connotaciones mucho más bonitas.

P. En Serbia ha grabado dos canciones para una película sobre el Mundial de fútbol de 1930. ¿Le va más marcar goles o pararlos?

R. Me gusta más marcarlos. Pararlos es estar esperando a que llegue otro.

P. Sería Iniesta, más que Casillas.

R. Si hay que ponerse, sí. Prefiero menos la responsabilidad y más el ímpetu, la osadía.

P. ¿Qué bolero retrata más su vida?

R. Historia de un amor. Y en la parte un poquito más oscura sería Alma mía. Hablo de canciones que uso, porque haber, hay una barbaridad.

P. Cuando conoció su cáncer dice que le espetó: “Que te zurzan”. Un poco chulita, ¿no?

R. Es que yo creo que la actitud es un terreno que ganas siempre. Por eso ese espíritu, esa manera de encararme con cualquier dificultad.

P. ¿Se sigue considerando estupenda o el tiempo la ha hecho más realista?

R. He sido siempre muy realista. Y muy estupenda, también. Creo que soy una persona bastante equilibrada. Conozco mis carencias y mis virtudes. Y mis virtudes son muy buenas.

P. Que se sepan.

R. Soy una persona absolutamente leal, y soy comprensiva. Y de eso no abunda tanto.

P. ¿Es más rockera o más melancólica?

R. Pues no soy melancólica, porque la melancolía es como echar de menos algo, y yo no echo de menos ya casi nada. A veces echo una mirada al pasado, como leo libros de historia. Pero ahora estoy viviendo en el futuro.

P. Hizo publicidad de un banco hablando con Géraldine Chaplin. ¿Qué pasa, que a ese banco le debe un riñón o que se lo ha forrado a usted?

R. Es que ellos en todos los conciertos benéficos que he hecho han dado un apoyo total. Y le recuerdo que he dicho que una de las cosas que más me caracteriza es que soy leal.

P. Pero también dice: “El que me la hace, me la paga”. Menos buenecita.

R. Tampoco soy un alma pura. Pero en los últimos años he ido perdiendo esa cosa revanchista que siempre he llevado: “Ya nos veremos”, “doblada te la voy a meter”… Soy sensible, y un pitado de un coche me puede producir una sensación como de maltrato, de incomprensión. Pero tengo la suerte de canalizarlo a lo mejor escribiendo la reacción que sea.

P. Ya. A usted la pitan en un semáforo y al día siguiente tenemos nueva canción.

R. Eso es mucho decir [ríe]. Pero sabiendo del material del que estás hecha, hay que llevarlo hacia tu lado. Y, en definitiva, no sufrir.

P. Lamari escribió una vez: “Luz Casal se ha reencarnado en Luz Casal”. ¿La próxima, más de lo mismo?

R. Hombre, espero no reencarnarme en Roberto o en Juan Ramón. Pero a veces tienes sensaciones o incluso evidencias de que estás incorporando algo a una letra que llevas haciendo 12, 15 o 20 años. Por ejemplo, de “tu párvula boca” puedes tener 20 imágenes. Son cosas sutiles, inapreciables, pero que van sumando.

P. ¿Qué tiene su párvula boca?

R. ¿La mía? No tengo ni idea [ríe]. Hombre, es mi herramienta. Y no me refiero a algo relacionado con la sexualidad o con el color rojo, sino porque a través de ella es como me expreso mejor.

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