La tristeza de un país

¿Es necesario que un país se pare por la tristeza de un futbolista? ¿De verdad no encontraron ninguna otra noticia con la que abrir un informativo? En mi opinión es absolutamente vergonzoso.

Me parece vergonzoso que perdamos nuestra fuerza debatiendo sobre el estado anímico de un deportista en vez de utilizarla debatiendo sobre ideas para activarnos económicamente, ideas que consigan que una familia pueda comprar los libros de texto para sus hijos, o ideas que simplemente nos devuelvan la esperanza.

Me parece vergonzosa nuestra hipocresía, todos estamos a favor de la integración de las personas con minusvalías, todos queremos tratarlos como lo que son, iguales. Pero claro, que Cristiano esté triste es una noticia mucho más importante que informar sobre las 28 medallas olímpicas que ha ganado nuestra delegación por ahora, entre otras cosas.

Estamos obligados a una reflexión, nos la debemos.— Gloria Giménez Jordán. Córdoba.

Yo también estoy triste, mi labor no consiste en meter goles en la portería rival, sino en pagar los impuestos con los que se sufraga la sanidad pública y por tanto no gratuita, en pagar el billete del metro, en observar cómo una minoría utiliza la amnistía fiscal, así como en levantarme cada mañana para ejercer mi búsqueda de trabajo; y puedo decir que la defensa del rival es de las mejores.

Yo también estoy triste y no soy portada de periódicos, solo carta de opinión al director. Tampoco las televisiones van a analizar mi salario ni los años ofrecidos por mi equipo en mi último contrato. Ni siquiera las condiciones de contrato que merezco de acuerdo con mi rendimiento.— Francisco Garrido Martínez. Madrid.