Los europeos se culpan mutuamente
Para evitar el caos los líderes europeos tienen que ser sinceros sobre la complicidad de sus propios países en la crisis
Las noticias económicas que llegan de Europa son cada vez peores. Es posible que el Gobierno de España, con unos bancos que se van a pique, pronto tenga que ser rescatado. El coste de ese salvamento podría ser excesivo para el nuevo fondo europeo de rescate y mermaría las pocas reservas si los inversores vuelven la mirada sobre Italia a continuación. (...)
El problema no es una falta de ideas sobre cómo sacar a Europa del lío actual.
(...). Lo que sí falta son políticos con el valor necesario para decir a sus votantes la cruda verdad sobre cómo se ha producido esta crisis y qué va a haber que hacer para salir de ella.
En Grecia presentan los próximos comicios como una elección entre aceptar las medidas de austeridad impuestas desde fuera o abandonar el euro. (...). Si Grecia vuelve al dracma, el sufrimiento sería mucho peor, se intensificaría la recesión y aumentaría el desempleo. (...)
El reto para los dirigentes griegos —y todos los europeos— es encontrar una forma de estimular las reformas y gestionar la austeridad sin que se produzca una implosión económica y social.
Los préstamos sin fin de los bancos europeos, incluidos los alemanes, ayudaron a incrementar las deudas de Grecia y otras economías. Y los rescates no son un favor que se hace a esos países. Son, en parte, una forma de salvar a los propios bancos alemanes. (...).
Para lograr que la eurozona no se descomponga y evitar un caos aún mayor serán necesarios sacrificios de todas las partes. Los líderes europeos solo podrán conseguirlo si son sinceros sobre la complicidad de sus propios países en la crisis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.