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“Prometo casar a todos mis fans”

Federico Moccia, el escritor italiano de almibarados ‘best sellers’, sale elegido alcalde de un pueblo de los Abruzos

Federico Moccia, en abril de 2001, en Madrid.
Federico Moccia, en abril de 2001, en Madrid. GTRESONLINE

¿Se han fijado alguna vez en los enjambres de candados con los que cargan las barandas de algunos puentes…? En Italia hay muchos, sobre todo en Venecia y Roma, pero la moda de las parejas adolescentes de colocar un candado y tirar la llave al río se ha extendido desde Triana a China. La culpa es del escritor Federico Moccia, nacido en Roma en 1963 y cuya primera novela, A tres metros sobre el cielo, después llevada al cine, ya incluía el dichoso ritual.

Pues bien, los seguidores de Moccia que hayan superado con éxito la prueba del candado están de enhorabuena. El escritor acaba de salir elegido alcalde de Rosello, un pueblo muy pequeño de la bella región de los Abruzos, en el centro de Italia, y nada más cerrarse las urnas ha pronunciado una solemne promesa: “Prometo casar a todos mis fans".

 Moccia está ligado a Rosello porque es el pueblo natal de su esposa. Su decisión de presentarse en cabeza de una lista independiente ha resultado tan exitosa como sus novelas. El pueblo solo tiene 300 habitantes, y de los 160 que ejercieron su derecho al voto, 142 (el 89,47%) lo hicieron por el escritor y solo 16 apoyaron a su rival. Moccia, que antes de dedicarse a la escritura fue cineasta, declaró estar feliz, aunque preocupado, y su primer punto del orden del día pasa por atraer al turismo: "Me comprometo a que se conozcan por el mundo estos lugares magníficos, donde la naturaleza es bellísima y hay numerosos escenarios fantásticos".

Suele presumir de que su primera novela, fue rechazada por todas las editoriales, así que decidió publicarla él mismo. El éxito no tardó en llegar acompañado de contratos millonarios, lo que le animó a escribir la continuación, Tengo ganas de ti. Enseguida llegaron las también muy conocidas Perdona si te llamo amor y Perdona pero quiero casarme contigo. Los títulos ya dan una idea de por dónde van los tiros de la obra de Moccia, quien ahora, y dada su facilidad para rentabilizar la fama, está a punto de inaugurar un nueva veta de negocio. El lema aproximado: viaje a los Abruzos y permita que su autor favorito, además del libro, le firme el acta de matrimonio. A cambio, tenga la bondad de dejar los puentes tranquilos.

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