_
_
_
_

Hugh Grant busca su linaje

Cada vez más alejado del cine, el actor británico presta su imagen para financiar un museo de linaje escocés

El actor Hugh Grant.
El actor Hugh Grant.CORDON PRESS

Hugh Grant tiene fama de pijo y le molesta. Muchas veces se ha rebelado contra ese sambenito reduccionista que, seguramente, no hace justicia a los matices de su indescifrable personalidad, entre distante e irónica, y a las numerosas causas por las que pelea. Sin embargo, su acento en un perfecto queen’s english (el inglés de la reina), su afición por el golf y ese tartamudeo del que hace gala en sus películas, dificultan su lucha porque su identidad se imponga a su estigma de posh. Tampoco ayuda su pertenencia a la noble familia escocesa de los Grant de Glenmoriston, un linaje que ha acunado en su seno a grandes militares, médicos y exploradores.

Ahora intenta mantener viva la memoria de sus antepasados y ha aceptado apadrinar un museo que celebra las castas militares escocesas, The highlanders museum, en Fort George, Escocia. El actor ha prestado su imagen para conseguir las 350.000 libras (417.000 euros) que necesita el museo para ser restaurado y modernizado sin miedo a dar alas al eterno chiste, ese que cuenta que el príncipe Guillermo es el único hombre más pijo que Grant en Reino Unido.

“Desciendo de un linaje de soldados de las Tierras Altas escocesas y solía visitar el museo de Fort George cuando era joven. Soy un incondicional de este lugar”, proclama el actor. Su abuelo fue destinado al cuartel de Fort George (hoy convertido en sede de la exposición) tras la Segunda Guerra Mundial. Era el Coronel James Murray Grant que recibió honores por su servicio en la batalla con los llamados Seaford Highlanders.

También su padre, el Capitán James Murray Grant sirvió en uno de los regimientos de los Highlanders. “He hecho una donación y espero que otras personas a las que les importa la memoria de estos regimientos hagan lo mismo”. Su lucha por rescatar su pedigrí comenzó en 2010 cuando los responsables de la exposición alertaron de que la institución necesitaba una inyección de 2,9 millones de libras (unos 3,4 millones de euros).

Esta es sólo la última causa a la que se ha adherido el actor, que últimamente se ha rebajado a la mínima expresión sus apariciones en el cine para reciclarse en activista político. Su carrera llegó a la cúspide con Cuatro bodas y un funeral. Se convirtió en uno de los taquillazos más sonados en toda la historia del cine británico y Grant logró un Globo de Oro y un BAFTA por aquella interpretación. Su éxito siguió con El diario de Bridget Jones o Love actually donde volvió a explotar un rol muy parecido de galán inglés por lo que ha sido acusado de interpretar una y otra vez el mismo papel.

Su reiterada interpretación de un caballero romántico y balbuciente sólo han solidificado su imagen pulcra de señorito inglés. Su último trabajo es un papel como doblador en la película de animación, Piratas, que se estrenará este verano aunque su vida tiende a alejarse cada vez más de la gran pantalla. Él mismo dice que ya no aspira a mucho más en el mundo del cine. “Nunca he sido un actor entusiasta y ahora estoy fascinado con mi nueva faceta política”, asegura. Además de defender a los guerreros escoceses, en los últimos meses el actor se ha dedicado sobre todo, a denunciar los abusos de la prensa británica en el escándalo de las escuchas del periódico de Ruphert Murdoch de News of the World.

En cuanto a su vida privada, en noviembre pasado hizo pública su paternidad, fruto de un “romance fugaz”. Entonces dijo que estaba feliz y dispuesto colabora. La madre es Tinglang Hong, una actriz china de 30 años para la que ha conseguido una orden de alejamiento por la cual los paparazis no se pueden acercar a menos de 100 metros de su bebé. Ahora ejerce de padre a la vez que sigue siendo el eterno soltero de oro. Una de sus relaciones más conocidas fue su noviazgo con la modelo Elizabeth Hurley en los años noventa.

 

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_