Compromiso político y música (II): Lucky Dube
Estoy sentado en el porche de la chabola de zinc que comparten Abu y Gbessay en el barrio de Lumley, en Freetown. He venido a visitarlos. Es domingo por la tarde y llueve. Escuchamos a Lucky Dube mientras esperamos a que descampe. Uno de ellos, que no deja de balancearse al ritmo de la música, comenta, más bien para sí mismo:
— Jamaica es el país más importante de África; todo el mundo nos admira por la música de ese país, el reggae.
Yo, medio adormilado, no reacciono de inmediato. Cuando soy consciente del error le corrijo:
— Jamaica no es un país africano, está en América.
— No es posible — responde Gbessay— allí todos son negros y su música es la que más se escucha aquí.
Fue imposible convencerlos de lo contrario.
Es verdad que el reggae se escucha mucho en casi todos los rincones de África, pero Lucky Dube, uno de sus grandes representantes, no es jamaicano sino sudafricano. Recuerdo que aquel día escuchábamos el álbum titulado Slave.
Lucky Dube evolucionó desde la música pop sudafricana, donde llegó a ser muy conocido y vendió muchos discos. El cambio fue resultado de su toma de conciencia política. Convencido de que el reggae era el mejor camino para transmitir un mensaje a las masas, en 1984 publicó Rasta never dies, el primer disco de este género grabado en Sudáfrica.
El álbum fue secuestrado por las autoridades de Pretoria, pero el cantante continuó su lucha y al año siguiente grabó Think about the children. Sin embargo, fue en 1987 cuando obtuvo su primer gran éxito con Slave. Los conciertos de presentación del disco fueron actos multitudinarios a favor del fin del sistema de discriminación racial. La presión del público hizo que la censura se levantara y su música empezase a ser conocida fuera del país.
Aprovechando el impacto internacional, Lucky Dube graba canciones que denuncian la situación de injusticia que se vive en su país. Al mismo tiempo, hace un llamamiento a todos los sudafricanos, independientemente del color, a unirse en Together as one.
Los gatos y los perros
Se han perdonado
Por qué nosotros no podemos hacer lo mismo
Todos estos años
Peleándonos uno con otros
Y todavía no hemos solucionado nada.
Lucky Dube adquirió cada vez más protagonismo en la lucha contra el apartheid y a favor de la liberación de Nelson Mandela. Una vez conseguidos estos objetivos no descansó y siguió luchando por la justicia y la verdadera libertad para todos los pueblos de África. Este compromiso le llevó a países como Uganda o Ruanda y a participar en conciertos benéficos o de concienciación junto a otros artistas internacionales como Peter Gabriel o Sting.
Su último éxito, Respect, de 2006, resume su sueño de vivir en una sociedad donde se respeten los derechos de todas las personas que siguen siendo marginadas y explotadas por los poderosos de este mundo.
Aunque seas el presidente
O el vicepresidente
No tienes por qué conocer ni mis ideas políticas
Ni mi religión
Respétame por quién soy
No por lo que soy
A nadie le interesan tus dólares
A nadie le interesa tu riqueza
Ama a los que te aman
Ama a los que te odian
Bendice a todos los que te insultan.
A pesar de su declarado pacifismo, murió víctima de la violencia callejera de Sudáfrica. En 2008, recibió varios tiros cuando unos delincuentes comunes intentaron robarle el coche que conducía en Rosettenville, a las afueras de Johannesburgo. Sus canciones más famosas se editaron, a modo de homeje póstumo, en un álbum recopilatorio titulado Retrospective.
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