CIE, los "Guantánamos" españoles
Esta entrada se publicó el 20 de junio de 2011. A día de hoy la situación sigue exactamente igual, y no cambiará seguramente hasta que el nuevo gobierno entrante se decida a enfrentarse con ella, cosa que puede llevarle bastante tiempo. El esfuerzo de las 18 organizaciones que han logrado recuperar el apoyo de otras 200 más parece disolverse en la indiferencia de los gobernantes, y de la oponión pública que, de nuevo, ha tenido en sus manos la posibilidad de cambiar una situación injusta y no lo ha hecho.
La reclusión forzosa de inmigrantes sin papeles en los llamadosCentros de Internamiento de Extranjeros(CIE) es, muy posiblemente, la manifestación más humillante del fracaso de nuestro modelo migratorio. Un bochorno que se fundamenta en una Directivaaprobada por la UE en 2008, según la cual los Estados miembros tienen la capacidad legal de retener a losinmigrantes indocumentadosun máximo de 180 días, hasta que se resuelva su deportación o sean puestos en libertad cuando esto no sea posible.
Repartidos por diferentes ciudades españolas, los CIE se parecen a una penitenciaría en todo menos en el nombre. Se priva de libertad a trabajadores decentes que han cometido una falta administrativa, mezclándolos en muchos casos con delincuentes reales. Se humilla a los internos y a sus familias con regímenes de visitas en los que un hombre no puede ni siquiera abrazar a su esposa. Se utiliza la desinformación como una herramienta de castigo y un modo de incrementar la angustia de personas que pueden serdeportadasen pocos días sin haber podido dejar resueltos asuntos fundamentales, como la situación de un hijo.
A pesar de que elMinisterio del Interiorha impedido de forma sistemática el acceso de organizaciones dederechos humanosa estos recintos, la información filtrada por internos y familiares -así como por decisiones judiciales recientes que fuerzan cierta transparencia en algunos centros- muestra unpanorama profundamente inquietante: palizas, castigos arbitrarios, registros intempestivos en plena madrugada o traslados y deportaciones súbitas sin información adecuada. La atención sanitaria es insuficiente y los funcionarios de policía se resisten a menudo a ir visiblemente identificados, de modo que resulta difícil exigir después responsabilidades.
Apóyenles. Entren en su web,firmen a favor de esta campañay demuestren que la dignidad moral de nuestra sociedad está por encima de la dela mayor parte de nuestros representantes políticos, que han permitido con sus votos y su desinterés que España se haya poblado de esta especie deGuantanamitoslocales. Y recuerden que el Ministro del Interior 'Rubalcaba' también es el candidato 'Alfredo' a la presidencia del Gobierno. Si este es el tipo de liderazgo que va a ofrecer, le deseo una jubilación temprana y placentera, amarrado a su pasaporte.
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