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Condenado a 20 años de cárcel por asesinar a su mujer de 71 puñaladas

Deberá indemnizar a cada una de sus dos hijas con 60.000 euros y a su hijo con 40.000

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 20 años de prisión a Juan Manuel Casas Ruiz al considerar acreditado que el 31 de agosto de 2008 asestó hasta 71 puñaladas a su esposa en su domicilio, en el distrito de Chamberí de la capital, causándole la muerte. En una sentencia, la Sección Vigésimo Séptima impone a Juan Manuel una pena de 20 años de cárcel por asesinato, con el agravante de que la víctima era su esposa y con el atenuante de haber confesado la autoría del crimen. Además, deberá indemnizar a cada una de las dos hijas con 60.000 euros y a su hijo con 40.000 euros. La sentencia no es firme, por lo que puede ser recurrida por el condenado.

Según consta en la sentencia, durante el juicio que se celebró con jurado popular, el condenado manifestó que había asestado a su mujer más de 70 puñaladas mientras sufría una profunda depresión provocada tras no poder trabajar durante un año. "Fue como una explosión en la cabeza. Estaba desorbitado. No recuerdo nada", declaró entonces. La sentencia considera probado que el procesado padecía "un trastorno adaptativo con estado depresivo prolongado e ideas sobrevaloradas de perjuicio respecto a su esposa con sentimientos de infravaloración y baja autoestima".

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"Matar a mi esposa"

Los hechos se produjeron el 31 de marzo de 2008 cuando la víctima estaba viendo la televisión en el comedor de la vivienda. En un momento determinado, el condenado se dirigió a la cocina a coger tres cuchillos cuyos largos de hoja eran 11,5 centímetros con sierra en dos de ellos y otro jamonero de 22,5 centímetros.

Acto seguido y de forma sorpresiva, comenzó a asestarle múltiples puñaladas en diversas partes del cuerpo con objeto de causarle "un sufrimiento desproporcionado y un dolor innecesario para la finalidad que pretendía". Pese a que intentó defenderse, el acusado le ocasionó 54 heridas a la mujer que provocaron la muerte por hemorragia masiva. Tras morir, el procesado lavó el cadáver con alcohol y agua oxigenada, el hombre llamó a la Policía Nacional.

Juan Manuel relató en el juicio que el 16 de marzo de 2008 sufrió una aparatosa caída que le rompió el peroné y tuvo que cogerse una baja laboral. "A consecuencia de ello cambió mi relación con mi mujer y me volví poco hablador. Estaba deprimido porque me encontraba sólo", indicó el acusado, para añadir que, hasta la caída, su relación matrimonial, que duró 34 años, era "muy buena siempre".

Asimismo, narró que comenzó a tomar medicamentos por la lesión y empezó a ser "un poco rebelde", lo que provocaba que su mujer y sus hijos se enfadaran en ocasiones con él e, incluso, le llegaran a insultar. "Cuando tenía lo que tenía me ponía un poco rebelde", reconoció. Pese a su versión de que estaba deprimido, ha señalado que un mes antes del asesinato había vuelto a su trabajo como vigilante de seguridad de una comunidad de vecinos. En cuanto al día de los hechos, el hombre insistió en que recuerda vagamente lo sucedido, salvo que paseaba mucho y que llamó a la policía para advertir de lo ocurrido. A preguntas sobre si recordaba qué hizo con los tres cuchillos que cogió de la cocina, contestó: "Matar a mi esposa".

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