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La Casa Encendida vuelve a ser Casa de Empeños

Una instalación de una joven artista madrileña viaja al pasado del edificio, que era el Monte de Piedad

Con la intervención titulada De Casa Encendida a Casa de Empeños de la artista Tamara Arroyo (Madrid, 1972), la Casa Encendida recupera aquel pasado en el que la gente con pocos recursos se acercaba a su edificio para empeñar sus prendas más valiosas. Situada en un pasillo de la segunda planta de La Casa Encendida, la intervención de Arroyo se enmarca dentro del ciclo En Casa 2008, y podrá visitarse desde ayer hasta el próximo 15 de junio.

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"La actual Casa Encendida era el Monte de Piedad donde los emigrantes que venían a la capital dejaban su ropa para sacar dinero", recuerda Tamara Arroyo. A través de dibujos, luminosos y otros elementos el pasillo de la segunda planta se convierte en túnel del tiempo y su intervención trae al presente acciones pasadas, cuestionando de este modo la actualidad del edificio a través de su pasado.

"Mi idea era recrear la antigua Casa de Empeños a través de un pasillo, que cumple su papel como arquitectura anterior, y el mueble Te dejo en prenda, que recuerda donde la gente dejaba su ropa", ha explicado la artista. Licenciada en Bellas Artes y partícipe de numerosas exposiciones colectivas e individuales, Tamara Arroyo ha elegido los colores blanco y negro para su intervención, que ha ideado tras leer los numerosos libros que existen sobre la historia de la antigua Casa de Empeños.

Materiales efímeros

"Me han servido mucho las obras que guarda La Casa Encendida sobre Arbós, el arquitecto del edificio", destaca Arroyo, quien ha querido conseguir "una simulación de cómo era la arquitectura antiguamente, una escenografía de cómo era antes este espacio".

La artista madrileña, que también se dedica a la fotografía y que obtuvo un accésit del Premio ABC para exponer en la pasada edición de Arco, establece un diálogo entre la realidad y la imaginación partiendo de espacios reales en los que incorpora elementos o interviene a través de dibujos, transformándolos en lugares para pensar lo que sucedió antes. Pero nada - y menos un lugar - es para siempre. Es por ello que utiliza soportes efímeros, adaptándose a esa permanencia nunca definitiva.

La artista, I Premio de Fotografía Purificación García e integrante del proyecto de jóvenes artistas Pilot 03 en la Bienal de Venecia, trabaja ya en su próximo proyecto, que será un vídeo dedicado a los juegos populares.

Una vista de la instalación de Tamara Arroyo.
Una vista de la instalación de Tamara Arroyo.CASA ENCENDIDA

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