Rajoy considera un "serio varapalo" para Zapatero la alta abstención en el referéndum del Estatut

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, cree que la alta abstención en el referéndum para la reforma del Estatuto catalán es "un serio varapalo" para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que había convertido este proceso en su "proyecto político estrella". "El Gobierno ha equivocado sus prioridades, esto ni era necesario ni era prioritario ni era lo que quería la gente", ha explicado Rajoy.

"Esto no sirve para otra cosa que para crear problemas, tanto en Cataluña como en el resto de España", ha añadido Rajoy, que cree que Zapatero ha errado al tratar de "liquidar la España constitucional" y lo hace ahora doblemente al seguir "empecinado en el error" cuando "lo que dicta el sentido común en ese momento es que paremos este proceso".

Rajoy ha comparecido junto con el líder de su formación en Cataluña, Josep Piqué, tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP en Madrid. Piqué ha insistido de nuevo en el "fracaso de los que han impulsado el debate estatutario" ante el "fiasco político" que se consumó ayer. En su opinión, el nuevo texto ha recibido el apoyo sólo del 36% del electorado, una cifra que obtiene de sumar el rechazo en el referéndum de ayer y los votos en contra que obtuvo durante su tramitación en el Congreso de los Diputados.

En la consulta celebrada ayer, la reforma logró el respaldo del 73,9% de los votantes, frente al 20,76% que se pronunció en contra. La participación fue del 49,41%. El PP y Esquerra Republicana habían hecho campaña en favor del no, mientras que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), Convergència i Unió (CiU) e Iniciativa per Catalunya - Verds (ICV) pidieron el sí a la reforma. La abstención (50,59%) fue casi diez puntos superior a la del referéndum del Estatuto de 1979.

La alta cifra de abstención juega en contra de "los que pusieron en marcha este proceso", según Piqué, y "lo lamentable es que los perjudicados por todo esto son los ciudadanos". "No existía ningún tipo de demanda social" sobre esta cuestión, la ciudadanía estaba preocupada por otras cosas y este asunto interesaba sólo a la clase política, es la idea que ha querido transmitir Piqué.

"Nuestro balance no puede ser positivo","se ha visto con claridad cómo no se debe hacer una reforma estatutaria", "sin consenso" y "pensando sólo en los intereses de una clase política ávida de poder", ha concluido Piqué, que ha querido recordar además la "dureza" de la campaña electoral para agradecer la "movilización" de su partido y su electorado contra la reforma.