Cabo Verde recibe a doña Sofía en la primera visita de una reina en cinco siglos

Cidade Velha (Cabo Verde), fundada en el siglo XV y con un patrimonio arquitectónico rehabilitado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), ha recibido a doña Sofía a ritmo de batucada, música tradicional de la isla que tiene sus orígenes en el vecino continente africano. Han tenido que pasar cinco siglos para que la gente de este lugar viera por vez primera en persona a una Reina: doña Sofía.

En esta población costera saqueada en varias ocasiones por los piratas y antiguo mercado de esclavos, comenzó hace más de cinco siglos la historia de Cabo Verde, a donde la Reina ha viajado para apoyar con su presencia el trabajo de los cooperantes españoles que desde hace años ayudan a sus habitantes a salir de la pobreza. "Nos sentimos orgullosos de ellos", ha dicho doña Sofía al concluir una visita en Cidade Velha, para añadir: "El Rey tiene que venir".

Durante generaciones, en este símbolo de la historia de Cabo Verde que es Cidade Velha se ha oído hablar de reyes y reinas, de un pasado vinculado a las Coronas de Portugal y España, en el reinado de Felipe II. Por ello, han preparado durante semanas la bienvenida a tan ilustre huésped, a quien han mostrado cómo transcurre la vida en este apartado lugar en el que Cooperación Española trabaja desde hace años, con proyectos que persiguen su desarrollo turístico y agrícola.

Detalles de la visita

Desde primeras horas de la mañana, con las calles engalanadas con banderitas de los dos países, con flores y colchas de colores en ventanas y balcones de las humildes casas, aguardaban las gentes de Cidade Velha, congregadas en la plaza del Pelourinho, la llegada de la Reina. Alrededor de esta plaza abierta al mar, los navegantes portugueses que descubrieron unas tierras hasta entonces deshabitadas levantaron la primera ciudad del África occidental urbanizada por europeos. En su centro aún se alza hoy la picota, el pelourinho, a la que eran atados los esclavos antes de ser embarcados rumbo a América.

Ha sido en este lugar a ritmo de batucada, un canto de esperanza de las antiguas esclavas negras, donde las gentes de Cidade Velha han expresado su alegría por tener entre ellos a la Reina, a quien han regalado mangos y papayas que ellos mismos cultivan en los huertos que han labrado con ayuda de la AECI, y que les proporcionan alimentos para vivir.

La Reina iniciaba su visita a Cidade Velha en la Fortaleza Real de San Felipe, en honor del Rey español, y que preside desde las alturas la vida apacible de esta población. Uno de los escasos monumentos que recuerdan el pasado de las diez islas que, en mitad del Atlántico, forman Cabo Verde. Su ministro de Cultura, Manuel Veiga, y la secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Leire Pajín, acompañaron a la Reina durante su recorrido por esta antigua fortaleza reconstruida piedra a piedra por Cooperación Española y el Gobierno caboverdiano.

De camino hasta otra iniciativa española, la Pousada de Sao Pedro, la primera infraestructura para atraer el turismo a la zona, doña Sofía pudo comprobar cómo, en un entorno inhóspito, donde el agua es escasa, crecen la caña de azúcar, los plátanos y otras frutas y hortalizas. La Reina rompió el protocolo del recorrido para acercarse a acariciar a un burro, para dar de beber a unos cerdos y para ver cómo un grupo de vacas se alimentaban a la sombra de las palmeras. El Gobierno de Cabo Verde tiene intención de presentar la candidatura de Cidade Velha para que la UNESCO la declare Patrimonio Mundial, una iniciativa que la AECI apoyará con asesoramiento técnico y estudios previos.