El PP prepara una moción de censura y CiU convoca un pleno extraordinario por la 'crisis del 3%'

Lejos de "dejar reposar el soufflé catalán", como pedía hace unos días Pasqual Maragall, los partidos de la oposición no han optado por "poner vaselina" —la otra opción aportada por el presidente de la Generalitat catalana— sino por emplear toda su artillería en la denominada crisis del 3%. Convergència i Unió (CiU) ha forzado la convocatoria de un pleno extraordinario del Parlamento catalán para tratar el tema, mientras que el Partido Popular de Cataluña (PPC) ha optado por la vía más categórica, y presentará una moción de censura contra el Gobierno.

La tormenta se desencadenó la semana pasada, cuando tras un intercambio de duras imprecaciones durante el debate parlamentario sobre los derrumbamientos del barrio barcelonés de El Carmel, Maragall sugirió que CiU cobró comisiones del 3% en la adjudicación de obra pública. El líder de la coalición, Artur Mas, le exigió entonces que retirara su afirmación si quería seguir contando con su apoyo para negociar un nuevo estatuto, exigencia a la que Maragall se plegó.

Hoy, el secretario general del PPC, Rafael Luna, ha señalado a la agencia de noticias Servimedia que su partido tenía previsto aprobar esta tarde la decisión de presentar una moción de censura mañana en el Parlamento autonómico. La moción, acordada en una reunión del Comité Ejecutivo Regional del PPC, cuenta con el respaldo de los 15 diputados conservadores, es decir, supera el requisito de ser apoyada por un 10% de los parlamentarios de la Cámara catalana. Una vez que la Junta de Portavoces tenga constancia mañana de la iniciativa, deberá examinarse no antes de cinco días hábiles. Según ha explicado Luna, el PPC tomó esta decisión ante las reticencias de Maragall para convocar un pleno extraordinario que tratase el tema. Su objetivo declarado es abrir un debate en la sociedad catalana sobre el comportamiento del presidente de la Generalitat, más allá del resulto efectivo de la moción.

Esta mañana, CiU ha hecho la misma exigencia a Maragall, para forzarle a presentar en el curso de ese Pleno extraordinario "una disculpa en toda regla"; la sesión deberá así celebrarse, puesto que el partido nacionalista cuenta con diputados suficientes como para forzarlo —46, aunque bastarían 19—. Según ha dicho Mas, será "la última oportunidad" para que el presidente se disculpe, la "única solución" a su juicio para cerrar la crisis. "Pedimos un pleno para debatir a fondo lo que pasó en el Parlament y sobre las manifestaciones de Maragall en el pleno, y para darle una última oportunidad de que haga esta rectificación pública, solemne y con todas las consecuencias", ha dicho Mas.