Palma suspende durante un año nuevas licencias de alojamientos turísticos
El Consistorio aprueba una moratoria para nuevos establecimientos por el “incremento notable” de solicitudes registradas
El Ayuntamiento de Palma —gobernado por la coalición de PSOE, Més y Podemos— ha aprobado este martes una moratoria de un año para licencias de construcción de alojamientos de uso turístico en el centro histórico y tres zonas más de la ciudad. El teniente de alcalde de Urbanismo de la capital balear, José Hila, justifica la decisión del equipo de gobierno en el “notable incremento” de la demanda para poner en marcha establecimientos de este tipo en la ciudad y la “saturación” de negocios hoteleros en ciertas áreas. Con esta medida, Palma se une a Barcelona, que ya cuenta desde principios de año con una moratoria similar.
La capital balear cuenta actualmente con 38 establecimientos con licencia que ofrecen 2.149 plazas y el Ayuntamiento tramita 63 peticiones de nuevos negocios para incorporar 2.193 nuevas plazas. Esto provocará que una vez los proyectos tramitados hayan salido adelante —los que están en marcha no se verán afectados por la moratoria— la capital balear cuente con un total de 101 alojamientos turísticos y una oferta de 4.342 plazas en total.
La suspensión de licencias afectará principalmente a los hostales y los albergues juveniles, así como a los edificios de apartamentos que se dan de alta bajo la denominación de turismo interior y que actualmente suponen “un cajón desastre en el que el alquiler vacacional ha encontrado su hueco”, en palabras de Hila. “Si no hacemos nada, muchas de las nuevas licencias vendrán por esta figura del alojamiento de turismo interior” insiste el regidor.
Los llamados hoteles-boutique quedarán exentos de esta nueva normativa, aunque tendrán que cumplir una serie de requisitos para poder ser dados de alta. A partir de ahora tendrán que estar en un edificio que cuente con el máximo nivel de protección, tendrán que disponer de hasta 20 habitaciones y obtener el máximo de cinco estrellas de calidad. La suspensión de licencias también afecta a las obras de reforma o ampliación en edificios existentes que impliquen un incremento de las plazas turísticas.
Cuatro zonas sin nuevas construcciones
El Ayuntamiento incluye en la moratoria el casco histórico y otras tres áreas del centro. Considera el regidor de Urbanismo que el casco antiguo ya está “saturado” de establecimientos de este tipo, mientras que el barrio de Santa Catalina —una de las zonas más en alza por su cercanía al mar, edificios tradicionales y vida nocturna— está sufriendo una “presión importante”. La moratoria también restringe nuevos hoteles en la primera corona del Eixample -que aglutina los barrios cercanos al centro histórico- y la zona de Nou Llevant, un área en la que el Ayuntamiento quiere impulsar la innovación aprovechando el tirón del recién estrenado Palacio de Congresos.
“Creemos que el crecimiento tan rápido es un argumento de peso para decretar la suspensión de licencias” argumenta el regidor de Urbanismo, que cree la moratoria servirá para poder redefinir “el nuevo modelo turístico de la ciudad”. El alcalde de la capital, el ecosoberanista Antoni Noguera, considera que se ha actuado “con valentía y en corresponsabilidad", en una decisión que cuenta con el apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma y la patronal hotelera de Mallorca. Precisamente, la presidenta de la Federación Hotelera de la isla, Inma de Benito, ha manifestado su convicción en que la moratoria irá ligada a una serie de medidas “de control y vigilancia” del alquiler vacacional, que es el que “produce la sensación de saturación en Palma”.
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