Aulas digitales e inteligentes

Los primeros síntomas de la crisis no asustaron a Valentín Rangel. Al contrario. En 2008, este empresario propuso a sus socios dar un salto: dejar de ser una subcontrata dedicada al suministro de equipos informáticos y presentarse directamente a concursos y proyectos. Ante la negativa de los accionistas, Rangel decidió comprar el 100% de la compañía. Nacía así Solutia IT. “Soy un emprendedor por naturaleza, no tenía miedo”, confiesa. Pero su arrojo no acabó ahí. Un par de años después, con unos cuantos contratos bajo el brazo, los azotes de la crisis le impulsaron a dar un nuevo giro: especializarse en el mundo de la educación. Con más de 10.000 aulas digitales repartidas por España, la empresa es hoy líder en el desarrollo de productos y aplicaciones educativas con una facturación que el año pasado fue de 20 millones, un 100% más que el anterior. “Estamos fuertemente especializados en educación y focalizados en la Administración pública”, apunta.

En su nueva etapa, esta compañía sevillana abrió líneas de investigación para desarrollar pizarras electrónicas, configurar aulas digitales y mejorar el acceso de los centros escolares a las nuevas tecnologías. “En 2010, vimos que la crisis empezaba a pegar fuerte y decidimos centrarnos en la educación, un sector en el que las Administraciones decían que no iban a recortar. Además, estaba en marcha el plan estatal para dotar a los alumnos de portátiles”, recuerda Rangel. “Hoy somos lo que somos por ofrecer algo que nadie ofrece”, agrega. Entre sus novedades, Solutia IT ha creado un sistema de virtualización (llamado evaOS) que permite a alumnos y profesores trabajar conjuntamente en el aula con cualquier dispositivo y sistema operativo. “De esta forma, en la clase pueden convivir una tablet, un dispositivo móvil, un ordenador con Windows… Eliminamos las diferencias, sociabilizamos la tecnología porque todo se hace desde el servidor”, explica este emprendedor, que puntualiza que ahora se camina de la pizarra digital al panel interactivo. Otra de sus soluciones permite a los padres (y a los profesores en horario escolar) fijar el tiempo que sus hijos tienen conexión a Internet y filtrar los contenidos para evitar que entren en páginas no recomendadas para su edad.

“Este año, llevamos más facturado en Perú que en España, alrededor de un 60%”

Pero en 2012, la crisis se transformó en un obstáculo. “Hasta el momento, trabajábamos endosando las facturas de las Administraciones a los bancos, es decir, les cedíamos los derechos de cobro y así ellos tenían la garantía de que cobrarían. Pero ese año, las entidades nos dijeron que ya no aceptaban más papel de la Administración, que la demora en los pagos ya nos les compensaba”, señala Rangel. Fue el momento de dar otra vuelta de tuerca al negocio. “Echamos el freno, decidimos centrarnos en el desarrollo de software educativo e hicimos mucho i+D. Muchas otras empresas decidieron seguir con el ritmo que llevaban y ahora están muertas, somos de los pocos que hemos sobrevivido”, asegura el responsable. “Se recortó más en educación de lo que se pensaba”, matiza.

Salida al exterior

Tras retomar la relación con los bancos en 2014, Solutia decidió romper sus fronteras. Con delegaciones en Perú y Colombia desde hace poco más de un año, la empresa ultima la apertura de su sede en México. “Este año, llevamos más facturado en Perú que en España, alrededor de un 60%”, señala Rangel. En su plan de internacionalización, la compañía está en contacto con Marruecos, Reino Unido e Italia para exportar sus soluciones de software. “Estamos especializados en educación, tanto es así, que de los 20 millones facturados el año pasado, 18 son en este sector”, apunta.

Otro de sus retos es abrirse un hueco en el sector sanitario. “Queremos llevar a salud lo que sabemos de educación”. Una ambición que ya está en pruebas en hospitales de Canarias, que tienen el sistema evaOS. “Los médicos trabajan con las tablets que están a los pies de la cama de cada paciente. Con su tarjeta, acceden a cada historial y hacen sus anotaciones”, resume Rangel, quien apunta que también quieren ofrecer a los centros de salud el mantenimiento de sus equipos informáticos, como hacen con un millón de dispositivos educativos en Andalucía y Extremadura. “Además, podríamos sustituir los tradicionales ordenadores que consumen 400 vatios por un terminal ligero que gasta ocho”, apunta Rangel antes de señalar que el objetivo a largo plazo es trabajar con todos los organismos administrativos.