Villar Mir anuncia que dejará en los próximos días la presidencia de OHL
Su hijo, Juan Villar Mir de Fuentes, asumirá el cargo de presidente de la empresa
Juan Miguel Villar Mir dejará la presidencia del OHL este año para dar el relevo a su hijo Juan Villar-Mir de Fuentes. El octogenario empresario (en septiembre cumple 85 años) anunció su marcha durante la junta general del grupo celebrada ayer en Madrid. Villar Mir, que lleva 29 años en el cargo de la empresa que creó, tiene previsto dejar todos los puestos en la constructora, incluso el de consejero. No obstante, se mantendrá “sin límite de tiempo” como presidente del Grupo Villar Mir, la corporación que agrupa a todas sus empresas, incluida OHL.
Villar Mir aprovechó ayer la puesta en escena de la junta de accionistas, a los que pidió que den a su hijo la “misma confianza y apoyo” que le han demostrado a él, porque aseguró que está preparado para el cargo. También explicó que el comienzo de la salida de la crisis y las perspectivas que se abren tanto para la economía como para la sociedad le ha hecho “reflexionar” y le ha “llevado a la conclusión de recomendarme que es momento de abandonar”.
Desde pequeño, y de eso hace muchos años, quiso ser ingeniero y alguien grande en su país. Nació el día siguiente de San Miguel de 1931, de ahí su segundo nombre, en los primeros meses de la Segunda República. Creció en plena Guerra Civil y se hizo mayor en la postguerra bajo un régimen en el que navegó con destreza, dando clases particulares mientras estudiaba Caminos y Derecho.
Para él, una mente privilegiada al que le habría gustado que le hubieran hecho una película como a John Nash, una carrera era poco e incluso dos, pero se conformó. Salió número uno de su promoción de ingenieros y completó su formación en Estados Unidos, donde aprendió un buen inglés; ganó por oposición dos cátedras en la Universidad Politécnica de Madrid y comenzó a trabajar en Dragados y Construcciones, la empresa puntera entonces en el sector. De ahí, a los 29 años, saltó a la función pública como subdirector general de Puertos.
Y en aquella España autárquica, en la que el tejido empresarial era una suerte de entramado estatal con algunos grupos privados bien controlados por el régimen, se hizo acreedor de un prestigio que le llevó a salvar Hidro Nitro, una química en horas bajas, y Altos Hornos de Vizcaya (AHV), donde logró los mejores momentos (y contactos). Lo suficiente como para que en el primer Gobierno de la Monarquía, con Arias Navarro al frente y un gabinete lleno de militares y transfranquistas, ocupara la cartera de Hacienda y una vicepresidencia.
Empresario tardío
Villar Mir demostró que, mientras preparaba sin prisas ni agobios el futuro en la esfera privada, estaba al servicio de su país para lo que fuera menester. Al dejar el Gobierno regresó a Hidro Nitro para posteriormente entregarse al Banco Santander, para el que trabajó al frente de Viesgo.
Y desde ahí, casi sin meter ruido y con 56 años a sus espaldas, comenzó su meteórico, aunque tardío, ascenso empresarial. Adquirió Obrascón, la constructora de AHV que conocía bien de sus tiempos en la siderúrgica vasca, al precio simbólico de una peseta a cambio de hacerse cargo de unas deudas multimillonarias. En paralelo, se hizo con la inmobiliaria Espacio, que en tiempos posteriores se convirtió en su enseña grupal. A Obrascón añadió otras constructoras quebradas o casi (Huarte, que había pasado por Rumasa, y Laing) para formar OHL, hoy una de las grandes del sector con la que se aventuró, una vez que la contratación pública nacional no daba para más, en los mercados internacionales.
También, en esos momentos de expansión, volvió a mostrar su habilidad y sentido de la oportunidad con la compra de Ferroatlántica y Fertiberia y Fertilizantes Españoles a Ercros, que presidía Josep Piqué, un hombre que ha estado a su lado en los últimos dos años y medio como número dos y con el que precisamente no ha acabado con unas relaciones muy fluidas. La presencia de Piqué, exministro del PP, le ha servido para enderezar algunas naves, pero no ha evitado que haya tenido episodios de calado como el conflicto en México (supuestas prácticas fraudulentas en la contabilización del tráfico de las autopistas en concesión), algunos asuntos con la justicia (presuntas donaciones al PP que aparecen en los papeles de Bárcenas y supuestas relaciones de su yerno, Javier López Madrid, con tramas investigadas por el juez), o el frenazo de las obras del complejo Canalejas en Madrid, en las que la administración madrileña dirigida por Manuela Carmena le ha tenido un tiempo con las obras paradas.
Marquesado y Real Madrid
En este tiempo, en el que el polifacético ingeniero recibió el marquesado de Villar-Mir en los últimos nombramientos del Rey Juan Carlos, ha estado preparando el relevo para su hijo, Juan Villar-Mir de Fuentes. El retoño, que lleva años compartiendo tareas con su padre, hereda un conglomerado que supera los 7.250 millones de euros y cuenta con 31.600 empleados. Integra, entre otras y además de OHL, Ferroglobe (gigante de la minerometalurgia fruto de la fusión de Ferroatlántica con Globe), VM Energía (energía hidroeléctrica y comercialización de electricidad), Fertiberia (primer productor de fertilizantes de la UE) y Espacio (promotora e inmobiliaria cuyo mejor activo es el complejo Canalejas).
Pero no todo han sido rosas. El crecimiento llevó a la sociedad a adquirir una alta deuda, que ha tenido que atajar. Por eso, antes de ceder los bártulos, Villar Mir procedió a ajustar el grupo. Vendió la torre Espacio (una de las cuatro de la antigua ciudad deportiva del Real Madrid); la mayoría de su participación de Colonial, de la que había adquirido el 25% hace dos años, y de Abertis, que había adquirido tras vender activos en Brasil en 2012. Asimismo, decidió una ampliación de 1.000 millones en OHL, en la que está dispuesto a reducir su presencia del 58% a algo más del 50%.
Su pasión por el Real Madrid le llevó a presentarse a presidente en 1995, aunque dejó el intento para unirse la candidatura de Ramón Mendoza y ser vicepresidente. No duró ni un año por discrepancias. Once años después lo volvió a intentar y fracasó en medio de un escándalo por el voto por correo que le hubiera dado mejores resultados.
Juan Villar-Mir de Fuentes garantizó que dedicará su “máximo esfuerzo y empeño para que OHL siga siendo un cañón de compañía” y recuperar la acción. Precamente, ayer OHL bajó un 4,08% en Bolsa y concluyó a 4,140 euros por acción. El grupo se mantiene en los niveles mínimos históricos justo dos días después de salir del Ibex 35. En lo que va de año acumula una devaluación del 21,4%.
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