El Popular admite que cualquier banco “puede sufrir una opa”

Ángel Ron, presidente del Banco Popular, advirtió ante la junta de accionistas este lunes que cualquier banco “es susceptible de ser opado, aunque veo improbable una operación hostil porque el consejo de administración tiene el 24% del capital”. En los últimos 12 meses ha caído un 54% y su valor en Bolsa es de 4.780 millones, lo que provocó quejas de algunos accionistas. Ron admitió que el entorno es “desafiante”, pero dijo tener el banco preparado para mejorar su rentabilidad.

Ángel Ron, advirtió de los riesgos de opa hostil aunque matizó que es “un escenario lejano que no parece probable”. Insistió en que espera ser un banco comprador y no el comprado. En respuesta a preguntas de los accionistas insistió en que el banco “no está justamente valorado” en los mercados e insistió en que la entidad “no manipula la acción” porque iría en perjuicio de los accionistas.

Argumentó que la baja valoración de la entidad en Bolsa se debe a una “sobrerreacción a las perspectivas económicas de España, ya que el Popular se toma como un ejemplo de esa economía”. También admitió problemas propios: están castigados por su alto número de activos improductivos, fundamentalmente el ladrillo de la burbuja, y por las coberturas de estos créditos malos, que son inferiores a los del sector. “Esto se debe a que hemos pasado la crisis sin pedir ayudas públicas, pero no nos arrepentimos de haberlo hecho”, afirmó.

Reducción de oficinas y empleo

Ron abordó que el problema de todo el sector: los bajos márgenes que obligan a reducir costes. Recordó que los gastos se redujeron en un 7% en 2015 y que han cerrado 654 oficinas (el 23,5%) desde la compra del Pastor en 2011 y han reducido la plantilla en 3.090 personas, un 17%, desde la misma fecha. “Seguiremos con esta tendencia en la medida en la que lo provocan los cambios tecnológicos y las condiciones del mercado lo aconsejen”, advirtió.

Varios accionistas pidieron la dimisión de Ron por la caída en Bolsa, por los bonos que emitieron en 2009 y que han generado pérdidas próximas al 35% y por los suelos de las hipotecas. A los bonistas les dijo que la entidad buscará “respuestas singulares a cada caso” y de las cláusulas suelo avanzó que está estudiando un posible recurso. El directivo insistió en que estas cláusulas son, según los tribunales, “una buena práctica bancaria para proteger los márgenes” si se explican bien.