La recesión de la zona euro frena el avance de las exportaciones españolas

En la contabilidad del PIB español, el sector exterior es el único que aporta crecimiento de forma estable, aunque sea porque en la comparación anual, cada ejercicio resta menos que el anterior. Ahora, la economía española está más cerca de marcarse otro tanto en su relación con el resto del mundo: vender tantas mercancías como las que compra. Un hito meritorio, habida cuenta del enorme peso de la factura energética en las importaciones.

La tasa de cobertura, que relaciona el valor de las exportaciones de mercancías con el de las importaciones, está por encima del 93%. Pero, en noviembre pasado, esa tasa se alcanzó de manera menos virtuosa que en meses precedentes: solo porque las importaciones cayeron de forma más abrupta (-6,1%), que las exportaciones (-0,6%), en la comparación con el mismo mes de 2011.

El déficit comercial se reduce a 1.400 millones, el nivel más bajo en década y media

Lo que refleja el comercio de mercancías, según la información de las aduanas que distribuyó ayer el Ministerio de Economía, es el impacto de la recesión de la zona euro en el sector exterior español. Hasta ahora, las empresas españolas habían compensado el ligero descenso de ventas a sus principales socios comerciales (las grandes economías del euro, como Francia, Alemania o Italia) con un vertiginoso incremento de exportaciones a otros destinos en América, Asia y África.

Pero, tal y como han evidenciado algunas estimaciones preliminares —la economía alemana habría retrocedido un 0,5% en el último trimestre del año pasado, según la oficina estadística federal—, la caída de la actividad europea fue mucho más acentuada en los últimos meses de 2012. Y eso ha acabado por lastrar las exportaciones españolas, que encajan la primera tasa anual negativa desde abril pasado. Si se descuenta el efecto de los precios y las variaciones estacionales, la caída de las exportaciones de bienes alcanza el 2,4% anual.

Las compras de los Diecisiete caen al ritmo anual más acusado desde la Gran Recesión

La zona euro concentra la mitad de las exportaciones españolas de mercancías. En noviembre, las ventas a los Diecisiete bajaron un 10,1%, el mayor descenso anual desde el final de la Gran Recesión, en 2009. Pesó, sobre todo, el efecto arrastre de Francia, el principal socio comercial de la economía española, que compró un 19% menos que en noviembre de 2011. Las ventas a Alemania, por el contrario, aún crecen. Además, los datos confirman la supremacía de la agroindustria (16,6% de las exportaciones españolas), que avanza un 13,5%, frente al sector del automóvil (14% de las ventas), que retrocede un 4,3%.

El traspié de las exportaciones de mercancías se deja notar también en las importaciones, ya que parte de las compras al exterior son materias primas o productos semielaborados que luego la industria española transforma y exporta. En noviembre, la caída de demanda de las empresas exportadoras se unió a la debilidad del consumo y de la inversión en el resto de la economía para confluir en un nítido recorte de importaciones (-6,1%), solo superado en 2012 por el de septiembre.

La recesión de la zona euro modifica así la naturaleza del balance de compraventa de mercancías al exterior, aunque los resultados globales siguen siendo positivos: en noviembre, el déficit comercial quedó reducido a 1.407 millones de euros, el nivel más bajo en década y media.

En los primeros 11 meses del año, destacó el comunicado de Economía, la tasa de cobertura registra “un nuevo máximo” (el valor de las exportaciones equivalía al 87,4% del de las importaciones) en la serie estadística, que arranca en 1972. Y se mantienen saldos comerciales positivos con la UE (11.298 millones) y la zona euro (7.170 millones), que casi triplican los que se acumulaban entre enero y noviembre de 2011.