Telefónica se blinda contra la crisis al suspender el pago del dividendo
La compañía elimina la bonificación de 2012 y la reduce a la mitad en 2013. El grupo rebaja un 20% la retribución de los consejeros.
Telefónica quiere blindarse frente a la crisis y a las necesidades financieras. La mayor multinacional española anunció ayer que suspenderá el dividendo con cargo a los resultados de 2012 (1,5 euros por título, incluyendo el pago en metálico y en acciones y la compra de autocartera), y reducirá a la mitad (0,75 euros) la retribución prevista para el año 2013.
Con esta medida temporal, la compañía se ahorrará en torno a 10.000 millones de euros, lo que le garantiza el cumplimiento de sus compromisos de deuda hasta finales de 2013 ante el cierre de los mercados y, junto a la desinversión en activos no estratégicos, le otorga liquidez para afrontar nuevas operaciones.
La decisión afectará a 1,4 millones de accionistas y a los dos grandes socios institucionales —BBVA y La Caixa— que dejarán de percibir entre 550 y 600 millones de euros cada uno, informa David Fernández.
El grupo que preside César Alierta, justificó en un comunicado esta decisión “excepcional y puntual” en un “contexto económico y financiero tan extremadamente difícil” que atraviesa España amenaza con provocar “posibles riesgos financieros” para el grupo. “Dado que estos factores, sin precedentes, están fuera del control de Telefónica, es crucial que la compañía tome medidas definitivas para mitigar contundentemente posibles riesgos”.
Las agencias de calificación y los fondos de inversión ya habían recomendado desde hace más de un año una fuerte reducción del dividendo. Siguiendo esas recomendaciones, Telefónica anunció a finales de 2011 la rebaja de la retribución desde 1,75 a 1,50 euros para 2012 y 2013 y redujo el componente de pago en metálico.
Con la suspensión ahora del pago hasta finales de 2013, las agencias podrían mejorar su opinión sobre la operadora, lo que facilitaría la refinanciación de su deuda, que ascendía a finales de junio a 58.310 millones, 2.006 millones más que a finales de diciembre.
La cancelación del dividendo en efectivo y de la recompra de acciones afectará a los pagos de noviembre de 2012 y mayo de 2013. Telefónica abonó en mayo el último dividendo de 0,64 euros por acción, con un desembolso de 2.800 millones de euros.
Alierta ha hecho de la generosa retribución al accionista uno de los ejes de su gestión. De hecho, fue el actual presidente de la operadora quién tomó la decisión de retomar en 2003 el pago del dividendo, que había sido suspendido en 1998 por su antecesor en el cargo, Juan Villalonga. En 2011, la operadora realizó un desembolso total de en torno a 7.300 millones de euros, lo que supuso el mayor dividendo repartido por una empresa española.
La medida adoptada permitirá al grupo disponer de un colchón de liquidez ante los próximos compromisos de deuda, y no depender tanto de la financiación externa cerrada a las empresas españolas, que son castigadas también por el riesgo país. Los vencimientos netos de deuda de Telefónica en 2013 ascienden a unos 6.700 millones y a unos 7.900 millones en 2014.
El anuncio se hizo tras el cierre de la Bolsa, donde las acciones de la operadora subieron ayer un 0,31%, aunque en lo que va de año ha perdido un 35,3% de su valor. En Wall Street, donde sí cotizó la decisión, Telefónica retrocedió un 2,2%.
Paralelamente, aplicará una rebaja del 20% en el sueldo de sus consejeros, entre los que está su presidente, César Alierta, que ganó 10 millones en 2011 entre sueldo, acciones y pensión. En cuanto a la alta dirección, este colectivo verá reducida su retribución en especie, al no entregarse los títulos del plan de acciones, aunque esta medida ya se ha ejecutado en el primer semestre y se deriva de la mala evolución de las acciones de Telefónica.
La compañía presentó también ayer, un día antes de lo previsto, sus resultados. En los seis primeros meses de 2012, registró un beneficio neto de 2.075 millones de euros, un 34,4% menos que en el mismo periodo del año anterior. El importe neto de la cifra de negocios se situó en 30.980 millones, prácticamente plano (0,3%), debido a que las mayores ventas en Latinoamérica (7%) solo pudieron compensar el mal comportamiento de las operaciones en Europa (-6,1%).
El grupo sufrió especialmente los efectos de la crisis en España, cuyos ingresos cayeron un 11,7% hasta los 7.720 millones, mientras que el beneficio bruto operativo (OIBDA) de la filial española descendió un 13,6% hasta los 3.387 millones. Incluso la base de clientes cayó un 7% en el último año, hasta los 44 millones de líneas, en gran parte por la desconexión de dos millones de clientes móviles inactivos que la firma eliminó en el primer trimestre.
No obstante, la operadora ha asegurado que su alta diversificación y la creciente contribución de las operaciones en Latinoamérica —aporta el 48% de los ingresos y el 50% del OIBDA— y Alemania mitigan la evolución de los negocios en el resto de Europa. Asimismo, el grupo destacó el comportamiento del OIBDA, con crecimiento intertrimestral en todas las regiones, gracias a la contención de costes, siendo especialmente destacable la vuelta al crecimiento del OIBDA de Telefónica España (un 3% respecto al primer trimestre).
La compañía ha revisado a la baja su previsión de ingresos que se mantendrán planos para el conjunto del año frente al crecimiento de más del 1% anunciado. No obstante, mantiene su previsión de Oibda (igual o más bajo que el de 2011) y el de inversión sobre ventas (similar a 2011)
Entre los extraordinarios que afectan al resultado, la compañía indicó que ha saneado su participación del 0,9% en BBVA por 30 millones (21 netos).
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