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Entrevista:MICHAEL C. HALL | Actor

"Es difícil imaginar un final feliz para un personaje como Dexter"

"¿Eres Dexter?" Esa es la pregunta más habitual con la que se enfrenta a diario el estadounidense Michael C. Hall de boca de sus seguidores. No les interesa tanto la personalidad de un actor que se acerca a los 41 años, candidato al Emmy en cinco ocasiones y ganador de un Globo de Oro en 2010 por esta serie, sino la figura del asesino de asesinos que cautiva la atención del público.

A pesar de las críticas, el tiempo y el cáncer de Hall, en la quinta temporada el show gozó de su máxima audiencia en Estados Unidos, cifra que aumentó a 2,2 millones de espectadores en la sexta temporada, que hoy comienza en España en la cadena Fox Crime (dial 19 de Canal +).

El secreto: su capacidad de sorprender y cruzar todas las barreras éticas imaginables. Dexter es un asesino sin disculpa, un psicópata que solo mata psicópatas, es cierto, pero no hace una excusa de ello. Y cuanto más transgrede los valores morales de nuestra sociedad, más humano se siente.

"Uno de cada cinco admiradores quiere una foto mía estrangulándole"
"Lo más sangriento que he hecho en mi vida es limpiar un pescado"

Hall cita el lado oscuro que todos tenemos como la razón de todas las simpatías. Jeff Lindsay, autor de los libros en los que se basa el personaje, justifica el interés en lo hipnótica que es la mente de un psicópata. La inusual inteligencia tanto de la serie como de Hall también influyen en el atractivo y han hecho de Dexter algo más que un mero episódico policiaco bañado en sangre. Una serie provocadora con dos años más de vida y muchos más tabúes por cruzar.

Pregunta. ¿Podía esperarse la evolución de Dexter hacia una serie de culto?

Respuesta. Lo que menos podía esperar de Dexter cuando arrancamos fue su paternidad y desde entonces hemos ido todavía más lejos. Eso es lo más sorprendente del trabajo de nuestros guionistas, que cada temporada llevan el personaje más lejos, alguien incapaz de sentir una verdadera emoción forzado a explorar una humanidad que no tiene. Y cuanto más humano se vuelve, más oscuros y perversos son sus asesinatos.

P. ¿Y la fascinación del público por este ángel de la muerte? ¿Cómo la explica?

R. Desde que leí el piloto vi lo que representaba Dexter, todo lo que podíamos ocultar tras un rostro inocente como el mío. Porque a todos nos gustaría matar a alguien en un momento dado (risas).

P. Veo que se incluye.

R. Afortunadamente puedo darle salida a mis impulsos con la serie pero claro que puedo ponerle todo tipo de rostros a mis víctimas, nombres que quedarán sin ser nombrados (risas).

P. Para aquellos que no le conocen, ¿cómo se describiría?

R. Como una persona fundamentalmente aburrida que nunca ha matado una mosca. Me gusta ir al cine, a conciertos de rock, ver la televisión pero no mientras estoy trabajando en la serie y darme largos paseos por la playa. Alguien que disfruta de una buena mesa pero que lo más sangriento que ha hecho en su vida es limpiar un pescado.

P. ¿Se imagina el final de Dexter?

R. Es una cuestión que ya hemos empezado a tratar para tener claro hacia dónde nos encaminamos en la próxima o próximas temporadas. No escribo la serie pero me consultan y le aseguro que de momento no hay ningún plan aunque si lo hubiera tampoco se lo diría. De todos modos es difícil de imaginar un final feliz para un personaje como Dexter.

P. ¿Es posible hacer un balance del impacto de Dexter en su vida, en su carrera?

R. A nivel personal la serie coincidió con varios cambios en mi vida. No sé si ha sido una catálisis pero desde luego estuvo ahí. No creo que pueda analizar su impacto hasta que no concluya pero me sigue maravillando que hayamos terminado la sexta temporada. Estaba bastante exhausto tras la quinta, que rodamos nada más concluir el tratamiento contra el cáncer, ahora en total remisión.

P. ¿Cómo se quita, literalmente, el muerto de encima?

R. No tengo un método especial para salir del personaje. Cambiarme de ropa, quitarme el maquillaje y marcharme a casa. En ocasiones necesito soltar la adrenalina con ejercicio si el día ha sido muy cruel. Pero soy el peor para apreciar cuánto de Dexter se queda conmigo. O dónde empieza él y dónde acabo yo.

P. Dexter incluido, sus elecciones artísticas (la serie A dos metros bajo tierra o el musical Cabaret en Broadway) siempre han sido complejas.

R. Si vas a interpretar un personaje, especialmente en televisión donde estableces un compromiso largo y abierto, es mejor que exista un conflicto, una fuente de tensión que alimente el papel. No me sentiría ni la mitad de interesado en un personaje sin un nudo así en el centro de su trama.

P. ¿Cuál es la mejor manera de matar?

R. Dejemos claro que yo interpreto esos asesinatos. Pretendo asesinar a alguien. Como actor disfruto de esos momentos pero ahí se acaba todo. En cuanto a la mejor manera de matar, la firma de Dexter es la puñalada al corazón.

P. ¿Y la de Michael C. Hall? ¿Qué es lo que más le piden sus fans?

R. Uno de cada cinco quiere una foto mía estrangulándole. Y siempre digo que no. A menos que me paguen. No me dedico a esto gratis (risas).

Michael C. Hall, protagonista de la serie <i>Dexter.</i>
Michael C. Hall, protagonista de la serie Dexter.

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