El Pentágono investiga a marines que orinaron sobre cadáveres de afganos
Los talibanes dicen que el incidente no afectará a las negociaciones de paz
Un vídeo que muestra a cuatro soldados vestidos con el uniforme de camuflaje del cuerpo de infantería de los marines, orinando sobre los cadáveres de tres afganos, supuestos combatientes de los talibanes, ha causado indignación en el Pentágono y en el Gobierno de Afganistán y ha provocado la apertura de una investigación militar sobre el asunto, que puede acabar en un consejo de guerra. El Departamento de Defensa estadounidense confirmó ayer que los soldados que aparecen en el vídeo pertenecen a un destacamento de marines con base en Carolina del Norte, que el año pasado prestó servicio en la provincia afgana de Helmand. A pesar de la polémica, diversos representantes de los talibanes dijeron ayer que el vídeo no afectaría a las incipientes negociaciones de paz.
El secretario de Defensa de EE UU promete el "máximo castigo posible"
El vídeo fue publicado en YouTube el martes por la noche por un usuario anónimo. Cuatro hombres que lucen los uniformes de los marines orinan sobre tres cadáveres vestidos con atuendos propios de Afganistán. Los soldados, armados, les dicen a los muertos: "Se están divirtiendo"; "que tengas un buen día, amigo", y "dorada, esta ducha". El que graba parece un quinto soldado y habla inglés con acento norteamericano.
"He visto las imágenes, y encuentro el comportamiento que muestran totalmente deplorable. Lo condenamos en los términos más enérgicos posibles", dijo ayer el secretario de Defensa, Leon Panetta, en un comunicado. "Este comportamiento es totalmente inapropiado para los miembros del ejército de Estados Unidos y no refleja las normas o los valores que nuestras Fuerzas Armadas han jurado defender. Quienes hayan incurrido en una conducta semejante se enfrentan al mayor castigo posible".
El usuario que publicó el vídeo identificó a los soldados como miembros del Tercer Batallón, Segundo Regimiento, del Marine Corps. Los mandos de ese cuerpo de infantería dijeron ayer por la tarde, a través de un portavoz, que habían confirmado que, efectivamente, ésa era la unidad a la que pertenecen los soldados del vídeo. Ese batallón, afincado en Camp Lejeune, en Carolina del Norte, estuvo destinado el año pasado en las localidades afganas de Nawzad y Musa Qala.
Fue el comandante del cuerpo de marines, el general James Amos, quien anunció formalmente ayer la apertura de una investigación, que ha asumido el Servicio de Investigaciones Criminales de la Marina. "Quiero ser claro y no dejar espacio a la ambigüedad", dijo Amos en un comunicado. "El comportamiento que se muestra en el vídeo es totalmente incompatible con los altos estándares de conducta y el espíritu militar que hemos demostrado a lo largo de nuestra historia".
A media tarde de ayer, un portavoz de ese cuerpo de infantería reveló que ya había identificado a algunos de los responsables. Ahora se abrirá una investigación preliminar, de acuerdo con el Código Penal Militar de EE UU, que puede acabar en un consejo de guerra. La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán, de la OTAN, colabora también es esas pesquisas, a petición de su comandante, el general estadounidense John Allen.
Por su parte, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, calificó las acciones que muestra el vídeo de "inhumanas". "El Gobierno de Afganistán está muy impresionado por el vídeo en el que aparecen unos soldados norteamericanos profanando los cuerpos sin vida de tres afganos". Pidió al Gobierno estadounidense que "investigue urgentemente" el contenido de este vídeo y que "imponga el castigo más severo posible a los responsables".
Hillary Clinton, jefa de la diplomacia de EE UU, declaró: "Quiero expresar mi total consternación por esta información sobre nuestros marines, por quienes profeso el máximo respeto y admiración".
No es la primera vez que el Ejército de EE UU queda en evidencia por imágenes tomadas por los propios soldados. En 2009, un grupo de soldados creó un escuadrón de la muerte en Afganistán y mató a tres civiles. Tomó fotos con los cadáveres como si fueran trofeos. Las imágenes se emplearon de prueba en un consejo de guerra en el que el sargento Calvin Gibbs, que organizó las matanzas, fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua.
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