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La conservera arrasada en Cangas por el fuego busca donde reubicarse

La empresa transmite al alcalde que es "económicamente viable"

Tras el desconcierto inicial que causó el domingo el incendio fulminante de la fábrica de conservas Lago Paganini de Cangas, los propietarios comenzaron ayer la búsqueda de emplazamientos alternativos para continuar de forma provisional con la actividad, según trasmitieron al alcalde del municipio de O Morrazo, Enrique Sotelo. "La planta es viable económicamente", afirmó el regidor tras reunirse con Manuel Lago Paganini y su hijo y actual responsable, Manuel Lago Yebra. La empresa sondea la posibilidad de adquirir o arrendar una nave en la propia Cangas o en la vecina Moaña.

En el encuentro se señalaron estas dos alternativas, que todavía aparecen muy incipientes. "En 24 horas pocos pasos se han podido dar", razona el regidor. En el mismo sentido se expresa la presidenta del comité de empresa de la conservera, Alba Molanes. "Sabemos que la empresa está buscando un sitio para trabajar, pero no hay nada concreto. No hay mucho donde buscar". A la reunión con el alcalde también asistieron responsables de la conservera Iglesias, igualmente afectada por el incendio. El fuego dañó un muro de esta planta, adosada a la de Lago, y destruyó un almacén. El alcalde cree que las reparaciones podrán completarse en un plazo relativamente corto y que la planta podrá volver a funcionar dentro de un mes, aproximadamente.

La firma sondea la posibilidad de adquirir o arrendar una nave

Esta solución tendría carácter provisional, con vistas a un traslado definitivo posterior al polígono de Castiñeiras, en el límite con Bueu, o en la zona de A Portela, donde en la actualidad están ubicadas unas naves pendientes de regularizar. En ambos casos la solución definitiva se plantearía "a dos años vista", según Sotelo. La búsqueda de una nueva ubicación era, en cualquier caso, una obligación legal que el incendio solo ha acelerado. La nave arrasadas se encontraba en el muelle de Ojea, un terreno ganado al mar que fue progresivamente abandonado con el declive de la industria conservera y en el que tanto Lago Paganini como Iglesias solo podían permanecer hasta 2018, fecha en que se extingue su concesión sobre el dominio público según la Ley de Costas.

Tras la reunión con la empresa, el alcalde mantuvo también un encuentro con representantes del comité de empresa y anuncia otro con el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra. El comité pide asistir a esta nueva reunión o en otra posterior con el conselleiro esta semana. De momento cunde la cautela, a la espera de que la empresa decida qué pasos va a dar. "Ahora mismo estamos como de vacaciones", explica una trabajadora. La planta preveía un paro hasta después de Reyes a partir de este viernes con motivo de las festividades navideñas.

Las labores de extinción continuaron ayer. Aunque el incendio estaba controlado, los materiales inflamables presentes en la nave -en especial los aceites que se usan en el proceso de fabricación de las conservas- obligaron a los operarios a estar pendientes de que no se reavivaran los rescoldos, según Europa Press. A falta de que la reunión entre Guerra y la conservera, la portavoz de Medio Ambiente del PSdeG, Carmen Gallego, afirmó que "en la propia comarca hay posibilidades de recuperación instantánea y temporal".

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