Picasso visto a través de sus carteles
Una muestra reúne 59 piezas creadas por el artista para sus propias exposiciones
Que Picasso fue un artista inquieto e hiperactivo es de sobra conocido. En sus ocho décadas de vida artística se interesó por todo tipo de disciplinas, logrando un notable reconocimiento en artes menores, como la ilustración de libros o el cartelismo. Picasso también supo imprimir su personalidad en estos medios de expresión. En octubre de 1945, el pintor conoció en París al impresor Mourlot que puso a su disposición su taller. En los años siguientes realizó más de 200 litografías y se imprimieron también carteles. El tema para estos no fueron solo sus exposiciones, sino que también los utilizó como propaganda a favor de la paz, tras afiliarse al Partido Comunista.
El impresor Arnèra, en su exilio en la localidad francesa de Vallauris, le animó en 1946 a trabajar el linóleo, contribuyendo a la difusión de ésta técnica con la que realizó numerosos carteles para sus exposiciones, espectáculos de ballet y corridas de toros.
Estos carteles que el pintor malagueño realizó para sus propias exposiciones son objeto estos días de una muestra itinerante que recorrerá durante un año diversos pueblos de la provincia de Málaga, como Alhaurín de la Torre, donde se exhiben en la finca El Portón hasta el 22 de enero. Después viajará a Estepona, Antequera, Vélez-Málaga, Genalguacil y Rincón de la Victoria.
Los carteles de Picasso reúne 59 piezas originales recopiladas por el coleccionista malagueño Francisco Quero y realizadas a partir de 1955. Son esencialmente carteles encargados por galerías de arte para exposiciones y muestras en las que Picasso participa, como las anuales de Vallauris, o en las que sus obras son las únicas protagonistas. Otros son de temas políticos, como la paloma de la paz de Issy-les-Moulineaux de 1962; mientras que un último grupo, tal vez el más conocido, anuncia corridas de toros en la Costa Azul francesa. "Se ha querido contribuir a ampliar la mirada sobre el mundo picassiano como principal referencia de los cambios producidos en el arte del siglo XX", explicó Marina Bravo, responsable del área de Cultura de la Diputación de Málaga.
Entre las técnicas utilizadas destaca el linograbado, un procedimiento en relieve que se trabaja sobre una plancha de linóleum, material que por su densidad admite un trabajo con la gubia y la cuchilla que permite la obtención de muchos detalles. Motivado por la facilidad con la que puede trabajar, el artista idea un procedimiento de impresión a varios colores a partir de una sola plancha (plancha perdida) que será conocido por los especialistas como método Picasso. Esta técnica será la que emplee de manera prácticamente ininterrumpida entre 1951 y 1964.
Esta exposición inédita se suma a la iniciativa Veinte años bajo la mirada de Picasso, puesta en marcha por la Junta, la Diputación, el Ayuntamiento y la Universidad de Málaga con exposiciones, seminarios y talleres.
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