Inspectores de la Generalitat acuden a L'Aldea para elaborar un plan financiero

Mientras las cuentas bancarias de 3.000 vecinos de L'Aldea (Baix Ebre) siguen bloqueadas por la quiebra de la sección de crédito de la cooperativa agrícola y el Ayuntamiento pidió ayer donativos, un grupo de inspectores de la Generalitat acudirá hoy al municipio para ayudar a los gestores de la cooperativa a elaborar un plan financiero que les permita salir del agujero en el que se metieron en verano al comprar un solar para albergar un vivero y un sistema de regadío sin una correcta previsión financiera. Por esa compra se hipotecaron por 1,5 millones de euros de ahorros de los socios, lo que originó un problema de liquidez que ha desembocado en un corralito en este municipio agrícola de 4.376 habitantes.

La asociación de perjudicados irá a los tribunales si la situación se alarga

Los días pasan en L'Aldea y los alimentos empiezan a escasear en casa de decenas de familias. La Diputación de Tarragona ha donado 30.000 euros para cubrir las necesidades básicas, pero el Consistorio prevé que no serán suficientes. Por eso, el Ayuntamiento de la población imploró ayer solidaridad. Ha abierto dos cuentas corrientes en el Banco Popular y La Caixa bajo el lema En L'Aldea hay gente que no puede comer. Desde el Consistorio llaman a la colaboración ciudadana, a sabiendas de que la situación se alargará varias semanas.

Cáritas también se emplea para tratar de abastecer sus reservas de alimentos. Por el momento, una veintena de familias de L'Aldea ya recurren a la comida que el párroco del pueblo, Víctor Cardona, reparte cuando llega la noche, para preservar el anonimato de los afectados. Son muchos los vecinos a quienes les cuesta aceptar su nueva situación.

Hace solo dos semanas Cáritas había recogido entre los vecinos del pueblo 1.100 kilos de alimentos por la campaña el Gran Recapte. Nadie pensaba que la comida fuera a quedarse en el pueblo. Algunos, aún se resisten. "No tengo para vivir, pero he trabajado toda la vida en el campo; me resisto a ir a Cáritas, ya mataré una gallina del corral si es necesario", afirma un pensionista afectado. En todos los corrillos de L'Aldea se habla de lo mismo, y la sensación general es de escepticismo. Creen que las instituciones les están "vendiendo humo".

Muchos afectados se acercan al ayuntamiento, impotentes, implorando una solución. Allí dividen a los afectados entre los que dependían totalmente de la sección de crédito y los que reciben ingresos por otras entidades, como Justina Domènech y su marido, que cobran la pensión en otro banco.

En la cooperativa agraria la amenaza del cierre planeaba hasta el lunes y apenas había verduras para vender. El encargado se acercó hasta el establecimiento tras la reunión con la Generalitat y confirmó que no van a bajar la persiana. Los empleados se pusieron a llorar de alegría. Varios técnicos del Ejecutivo catalán están auditando las cuentas.

Desde el Consistorio y el Gobierno catalán trasladan un mensaje de tranquilidad, para no crear alarma social ni contagiar a las cooperativas de los pueblos de alrededor. "La cooperativa es viable", insiste el delegado de la Generalitat en las comarcas del Ebro, Xavier Pallarès, a los vecinos afectados. Hoy los abogados de la cooperativa agrícola presentarán en Tarragona un concurso de acreedores anticipado. Aun así, la asociación de afectados buscará abogados para emprender acciones legales contra la cooperativa si el bloqueo se alarga.