Apple compite con sus distribuidores

El gigante de la informática Apple tiene desde hoy su sede oficial en Valencia, en la céntrica calle de Colón, justo enfrente de El Corte Inglés, uno de sus distribuidores y más directos competidores, con quien la firma mantuvo ayer un rifirrafe a cuenta de la publicidad del icono de la manzana que los grandes almacenes exhibían en sus escaparates.

El Corte Inglés colgó horas antes de la rueda de prensa previa a la apertura un enorme cartel con la manzana de Apple, invitando a subir a probar sus productos. Días antes, la cadena emprendió una campaña publicitaria en sus cuatro establecimientos y en prensa, en la que promociona una tarjeta de regalo en accesorios con la compra de un producto de la firma e invita a asesorarse con sus "especialistas", que es una de las principales bazas del sistema de ventas de Apple.

Los gestores de Apple tacharon ayer de "desafortunada" la campaña y forzaron la retirada de la misma, según confirmó la firma estadounidense en su web, ya que el acuerdo legal impide el uso de la marca comercial en el exterior de sus distribuidores.

"¿Conseguirán atraer la atención de los aficionados a la manzana? ¿Van a competir en precio o en servicio con la tienda oficial? Creo que la colocación de ese anuncio es una decisión muy desafortunada", se preguntó irónicamente el gigante de la informática en su página web.

Apple en Valencia solo persigue "dar a los clientes una mayor oportunidad de compra", se limitó a responder al respecto José Sebastián, el store leader, durante la visita guiada a los medios.

"Allá donde vamos hacemos que las cosas funcionen mejor para todo el mundo". Apple reproduce para ello su sistema de fidelización de clientes, que tanto rédito le ha brindado en todas las tiendas del mundo. Una fórmula que ofrece desde una barra Startup -marca de la casa-, a través de la cual el cliente compra un producto y acto seguido un especialista pasa con él hasta 15 minutos para configurarlo y enseñarle su funcionamiento. Se trata, añade Sebastián, de que "cuando el cliente salga de la tienda, todo esté listo para usar", desde el correo a las aplicaciones.

La asistencia técnica y que el cliente se sienta como en su casa -pueda "tocarlo todo, usarlo y jugar" con el último iPhone 4S, la iPad 2 o cualquier Mac- son dos de las claves de Apple para enganchar a clientes de todas las edades, desde los más pequeños que también disponen de su área.