Perro abandonado busca hogar

Mientras espera a que le hagan unas fotos con dos perros sentados junto a él, un galgo y un labrador, César Millán se sitúa en un banco de hierro, y empieza a abrazar y acariciarles. Parece que les habla. "El susurrador de los perros", exclama un hombre. Este adiestrador de canes, alma mater del programa El encantador de perros (Cuatro), vuelve hoy a la misma cadena con un nuevo espacio, El líder de la manada, producido por Notro TV. A las 21.30, emitirá los dos primeros capítulos -Olvidado (Angy)' y 'Brety (baronesa Thyssen)'- de una serie que ante todo persigue, en palabras de César Millán, "agitar la conciencia humana ante el abandono de los perros".

La propuesta tiene poco que ver con El encantador de perros. Si entonces el showman acudía a una casa -sin conocimientos previos- y charlaba con los dueños sobre cómo cambiar los malos hábitos de sus animales, ahora se dedicará a buscar a las personas más adecuadas para hacerse cargo de perros abandonados, "estresados y muy afectados". "Trabajaré con tres parejas cada semana", explica Millán. "A los perros los rehabilitaré; a los dueños los entrenaré". El equipo ha grabado 10 capítulos, cada uno de una hora de duración.

Los perros elegidos para el programa proceden de refugios, centros de acogida y perreras y son examinados, en cada capítulo, por el showman televisivo en lo que busca ser toda una "cruzada mundial contra el abandono de estos animales". "En mi opinión, en España sois muy pasionales", lamenta el showman mexicano. "Os aburrís con mucha facilidad y por eso muchos dejan a estos animales en las carreteras. Además contáis con leyes muy restrictivas en cuanto a ciertas razas de perros, como la ley del Perro Potencialmente Peligroso". Se refiere al Real Decreto 287/2002 de 22 de marzo que desarrolla la ley de 1999 que regula la tenencia de estos animales. Esa norma "culpa directamente al can; en vez de rehabilitarlos, los animales son sacrificados o encerrados en perreras", añade.

La habilidad de César Millán, o don como él mismo lo denomina, radica en una cuestión muy básica: entender que el perro posee emociones. "Los dueños suelen ser los responsables de lo que les ocurre a sus mascotas. Los humanos valoran, los perros evalúan", explica. "Aprendí las técnicas de mi abuelo y de mi padre, aunque ambos tenían el problema de que no sabían cómo comunicarlo". El hoy showman comenzó su negocio paseando perros a 10 dólares (7,4 euros). Ofrecía un plus a sus dueños: "Cada vez que le devolvía al perro, le daba un consejo".