Un maratón de creatividad

Arquitectos TIC, informáticos, diseñadores web, grafistas, expertos en usabilidad, estudiantes y hasta parados, de los 20 a los 40 años de edad, se lanzaron al maratón FinApps Party. En 24 horas, 23 equipos fueron capaces de idear y desarrollar 21 aplicaciones financieras para teléfono móvil o tableta. El concurso, celebrado en Barcelona, daba libertad para elegir la tecnología, aunque los sistemas operativos iOS (Apple) y Android (Google) fueron los mayoritariamente elegidos por el centenar de participantes, aunque también se creó una para Windows Phone y tres para web.

Encaixa't, StockSound, Regalos, ServiHabitat, CCeApp y Parebank fueron los proyectos ganadores, pero también se crearon sistemas de publicidad por realidad aumentada, simuladores de inversiones, de tasaciones y de control de tarjetas. La Caixa, patrocinadora del acto junto al Congreso BDigital, "estudiará su viabilidad con el objetivo de ofrecer las aplicaciones gratuitamente a sus clientes en un futuro", explica David Urbano, director de los servicios móviles de la entidad financiera.

Los equipos apuestan por los sistemas operativos de Google y Apple

Una herramienta sirve para calcular el pago a escote en los restaurantes

StockSound mezcla "finanzas con ocio", la Bolsa con la música, "porque gestionar una cartera de valores no tiene que ser aburrido y, sobre todo, debe estar al alcance de todos, incluidos los ciegos", explica Javier Sánchez, de 40 años. Esta aplicación asocia la subida y bajada de las acciones con el volumen de la música "que has elegido en tu reproductor", añade su compañero Marc Hervera, de 27 años. "Es útil para los brokers, que no tienen que estar pendientes de las gráficas sino del volumen de la música que les gusta", matiza Marc Huguet.

Droid.cat, comunidad abierta de 250 desarrolladores de Android en Cataluña, envió a cuatro de sus miembros al maratón. El resultado fue Encaixa't, ideado por Jordi Bernabeu, Roc Boronat, Sergi Martínez y Jordi Varela. La aplicación sirve para pagar en los comercios a través de un móvil con sistema Android. "Es más cómodo para los que cobran, las tiendas y restaurantes", destaca Boronat, porque "no requiere hacer movimientos de tarjeta, pasándola por el datáfono, ni tan siquiera acercarse a la caja". El comercio envía la factura al cliente, que acepta el pago mediante su terminal. De momento funciona con el código QR, que identifica a cada comercio, "pero se puede también desarrollar con bluetooth, SMS...".

En el caso de Parebank "los padres son los banqueros de sus hijos", cuenta Ignasi Delgado, de 29 años. Esta aplicación didáctica aspira a fomentar el ahorro entre los jóvenes, jugando con dinero real, "para que sepan lo que cuestan las cosas y aprendan el valor de las finanzas", añade su socio y amigo Iván Fraixedas. En Parebank el adolescente recibe la paga cuyo importe aparece en la aplicación de su móvil. El chaval controla los movimientos de su cuenta y puede pedirle un crédito a su padre para otros caprichos. Si este lo acepta, le irá descontando el dinero de su paga, cantidad que variará según el importe del préstamo y el tiempo marcado para la devolución.

La aplicación CCeApp es una "calculadora colectiva de gastos" en restaurantes, viajes, hoteles... "cuando hay que dividir el importe de la factura entre varias personas y no todo el mundo consume lo mismo", dice Oriol Faura, de 33 años, que ha trabajado 10 años en la gestión de sistemas informáticos. CCeApp reparte los gastos de forma "uniforme y justa", porque si alguien pide un extra, "calcula automáticamente lo que ese debe pagar de más".

Marcel Arbó, Isabel Blas y Víctor Fernández se han sacado de la manga una aplicación iPhone para Servihabitat. Incorpora la realidad aumentada para ver la oferta de pisos. "La apli envía alertas móviles cuando la vivienda baja de precio", por ejemplo, "y si paseas por un barrio muestra aquellos disponibles en la zona", explica Blas, la única mujer entre los ganadores.

La aplicación Regalos "aspira a resolver un problema recurrente. ¿Qué regalamos en una boda?", explican sus promotores, Isaac Jordana, Roger Plana y Carles Iborra. Los novios crean su lista y en la invitación añade un código QR. Cuando el invitado lo escanea con su móvil, es vinculado con esa lista de deseos que podrá consultar, y comprar por transferencia.