Desunión Europea
Por si a alguien le quedaba alguna duda con respecto a la falta de consenso y solidaridad dentro de la Unión Europea, imagino que la habrá visto resuelta en estos momentos de crisis económica, social y de valores.
El sentimiento europeísta, si es que alguna vez existió, se ha disuelto por completo en el momento en el que más nos necesitamos los unos a los otros. Sin embargo, parece que lo único que nos preocupa es que nuestra deuda no alcance las cifras de la del vecino, que sean otros los que necesiten rescate y que nos salpique la desgracia del resto lo menos posible. Europa no ha cambiado nada. Sigue siendo el mismo conglomerado, el mismo matrimonio de conveniencia que fue siempre, un continente donde los parches se descosen cada dos por tres y donde, al parecer, las diferencias culturales e históricas siguen sin superarse.
No es fácil ser optimista en días grises, pero si existe alguna posibilidad para Europa de resurgir cual ave fénix, creo que esta pasa por dejar de lado envidias y recelos y por demostrar que de verdad somos una unión y no un conjunto de países luchando por respirar.