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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Géza Alföldy, escrutador de los secretos de Roma

El historiador era una eminencia de la epigrafía clásica

Jacinto Antón

No se le ocurre a uno, dentro de la tragedia, mejor final para un gran historiador, memorable epigrafista e inveterado amante del mundo clásico como Géza Alföldy que fallecer en la Acrópolis de Atenas. Allí, rodeado de la belleza y los testimonios de la antigüedad, murió de un fulminante ataque al corazón el sabio y entrañable profesor húngaro el domingo, a los 76 años. Un mazazo, una conmoción para todos los muchos que le admiraban y apreciaban. Isabel Rodà, directora del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), de cuyo consejo asesor era miembro Alföldy, le recordaba ayer no solo como el maestro cuya pérdida significa un drama terrible, irreparable, para la historia antigua, sino como el encantador colega que se pirraba por la crema catalana, postre del que era capaz de repetir tres platos.

Número uno indiscutible en la actualidad de la epigrafía, la ciencia que interpreta las inscripciones, y la historia romanas, según Rodà, el profesor húngaro podía explicarte la trayectoria militar de todos los legados de las legiones del Imperio Romano o de todos los procuradores de las provincias, así como quien no quiere la cosa, como si fueran viejos -muy viejos- conocidos. Igual te hablaba de Cornelius Nigrinus, el rival de Trajano, como de la inscripción del acueducto de Segovia o la del arco de Medinaceli (temas a los que dedicó las correspondientes monografías). "Es como si se hubiera muerto el campeón de fórmula 1 de la historia clásica", dijo a este diario la arqueóloga en un emocionado símil, aunque uno piensa que hubiera sido mejor compararlo con un as de las cuadrigas del Circo Máximo, más Ben-Hur que Alonso.

Hombre amable y con sentido del humor, atributo que hace más sabio al sabio, estuvo muy vinculado a España y especialmente a Tarragona, la antigua imperial Tarraco, al estudio de cuyas inscripciones romanas dedicó una considerable parte de su tiempo y su talento.

Nacido en Budapest en 1935, estudió en su Universidad y logró el doctorado en 1958. Trabajó en el Museo de la Ciudad de la capital húngara hasta 1960 y en 1965 emigró a Alemania Federal. En 1975 ocupó plaza de profesor de Historia Antigua en la Universidad de Heidelberg, de la que era profesor emérito.

Fue un viajero compulsivo que visitó todas las antiguas provincias romanas para investigar sus inscripciones. Entre sus principales áreas de estudio estaban la historia social de Roma -tema al que dedicó uno de sus libros más populares, titulado precisamente así, Historia social de Roma (Alianza)-, y el ejército romano. Su trabajo como epigrafista se esencializa en el Corpus inscriptionum latinarum, la magna obra destinada a recoger todas las inscripciones del mundo romano. Entre sus tareas más curiosas figura haber sido consultor de un filme sobre Augusto protagonizado por Peter O'Toole. Su mirada no se circunscribió a la antigüedad y en 1990 comenzó a trabajar sobre la historia moderna de su país, Hungría.

Alföldy visitó por primera vez Tarragona en los años sesenta para preparar la edición de sus inscripciones romanas (Die römischen inschriften von Tarraco, Berlín, 1975) y desde entonces se vinculó a la urbe, con cuyos arqueólogos trabó estrechos lazos de amistad. Su obra ha supuesto un impulso para el mejor conocimiento de la urbe romana y para la revalorización de sus restos monumentales. La lista de reconocimientos y premios del fallecido maestro es inabarcable e incluye doctorados honoris causa por universidades de todo el mundo, incluyendo muchas españolas, la Medalla Kuzsinsky de la arqueología húngara (1965), que no se le pudo entregar hasta 1992 por su calidad de emigrado; la insignia Nagy Imre "por su trabajo prominente en apoyo del espíritu de la revolución de 1956" (1977) y la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña.

El historiador Géza Algöldy, junto al acueducto de Segovia.
El historiador Géza Algöldy, junto al acueducto de Segovia.JUAN MARTÍN (EL ADELANTADO DE SEGOVIA)

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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