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La señera vuelve a ondear en el castillo de Montjuïc

El Ayuntamiento coloca la bandera en homenaje a Lluís Companys

Àngels Piñol

Una señera de 50 metros cuadrados (ocho de largo por cinco de ancho) ondea desde ayer por la mañana en el baluarte de Santa Amàlia, en el castillo de Montjuïc, en Barcelona. La insignia, colocada en un palo de 15 metros, visible desde numerosos puntos de la ciudad, pretende restituir de forma simbólica la que el presidente de la Generalitat Lluís Companys izó el 23 de agosto de 1936 en memoria de las primeras víctimas del golpe de Franco.

"La bandera inmortal de Cataluña ondeará sobre el castillo, que no será nunca más un presidio de esclavitud y muerte", afirmó en aquellas fechas Companys. La historia, tristemente, fue otra: la arriaron las tropas franquistas el 26 de enero de 1939, cuando tomaron Barcelona. Companys fue fusilado en otro baluarte del castillo, el de Santa Eulàlia, ayer hizo 71 años.

Cada aniversario de la muerte de Companys, la mayoría de los partidos realizan una ofrenda floral en el Fossar de la Pedrera, a los pies de la montaña, donde descansan los restos de Companys, el único presidente de un país europeo elegido democráticamente que fue asesinado a manos de los fascistas. Ayer, después de ese acto, una comitiva institucional encabezada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, se desplazó a uno de los baluartes que miran a la ciudad para la ceremonia de izada de la bandera. "Hay actos que por su simbología apenas necesitan palabras", afirmó Mas, acompañado de un buen número de consejeros de su Gobierno y del exalcalde Jordi Hereu, el expresidente de la Generalitat Pasqual Maragall y los líderes de Iniciativa (ICV-EUiA), Joan Herrera, y de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, entre otros. El expresidente José Montilla participó en la ofrenda del Fossar de la Pedrera, pero no asistió al acto de la bandera.

La iniciativa de izar la señera partió de la Comisión de la Dignidad, que se dedica a reparar la memoria histórica. La entidad propuso hace dos años al Ayuntamiento de Barcelona la restitución de la señera, de dimensiones similares a las que tiene la que ondea desde ayer, pero la idea no prosperó. Hace un año, la comisión colocó una señera más pequeña en otro baluarte del castillo en defensa de su reivindicación. Días después, el Consistorio de Barcelona adoptó por unanimidad el acuerdo de colocar permanentemente la bandera catalana en memoria de Companys y de todas las víctimas del franquismo, señalizar el recorrido por las dependencias del castillo donde estuvo detenido el presidente republicano hasta su fusilamiento y crear un espacio musealizado para explicar la tragedia de Companys.

La música abrió ayer el acto: la Agrupació Musical Senienca interpretó el Cant de la senyera cuando se izó la bandera, que fue entregada simbólicamente por Josep Companys, sobrino nieto del presidente fusilado, y por Gustavo Czech, ciudadano uruguayo, en homenaje a Montevideo, la primera ciudad que erigió un monumento a Companys. Y al final, los músicos tocaron Els segadors, cuya letra, curiosamente, tratándose de un acto marcadamente nacionalista, no se sabían todos los asistentes (hubo una elocuente laguna). Tras la ceremonia, Mas y el resto de la comitiva realizaron una ofrenda junto al paredón en el que fue fusilado Companys mientras un violonchelista tocaba El cant dels ocells. Es allí donde un monolito, colocado por el tripartito de izquierdas hace seis años, recuerda el magnicidio. Detrás, otra placa, colocada por ERC en 1979, evoca la tragedia.

Ese es el único lugar del castillo que recuerda la figura de Companys, y Josep Cruanyes, portavoz de la Comisión de la Dignidad, explicó su objetivo de que el Ayuntamiento repare completamente la figura del político con el recorrido y el espacio musealizado. Y con algo más: la placa que se ha colocado a los pies de la bandera dice escuetamente que se trata de un homenaje a la bandera que izó Companys. El texto omite que debía serlo también a todas las víctimas del franquismo. El Ayuntamiento ahora convocará una comisión de patrimonio para decidir si cambia el texto.

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Los papeles del policía que interrogó al presidente

Los fondos documentales personales de Pedro Urraca, agente de la policía franquista que participó en la detención en Francia del presidente de la Generalitat Lluís Companys, pertenecen a partir de ahora a la Generalitat, que los conservará en el Archivo Nacional de Cataluña.

Coincidiendo con el aniversario del fusilamiento de Companys, Artur Mas presidió ayer la firma del convenio de donación de estos fondos, suscrito por el consejero de Cultura, Ferran Mascarell, y el hijo de Pedro Urraca, Juan Luis Urraca. Pedro Urraca, que falleció en 1989, recoge en sus dietarios la impresión que le causó Companys, al que interrogó tras ser entregado a España.

El presidente fue arrestado en Francia por la temible Gestapo el 13 de agosto de 1940 y entregado al régimen franquista el 29 de agosto. El 14 de octubre, tras un consejo de guerra sumarísimo que duró 45 minutos, fue condenado a muerte, sentencia que se cumplió al día siguiente en Montjuïc.

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