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Reportaje:

"La cumbia es vertebradora"

El antropólogo social Darío Blanco destaca que el género musical se ha convertido en una "matriz sonora" donde se encuentran los latinoamericanos

La cumbia ha desbordado su carácter de música popular, con origen en el Caribe colombiano, para convertirse en un fenómeno social que abarca a toda la comunidad latinoamericana y es objeto de estudio académico. El antropólogo social y sociólogo Darío Blanco (Bogotá, 1974), profesor de Música e identidad en la Universidad de Antioquía, en Medellín, defiende que es un "elemento vertebrador" en expansión. Blanco participa estos días en el festival Cumbia ya, organizado dentro de las actividades culturales del campus de Bizkaia de la Universidad del País Vasco para escuchar cumbia y analizar sus vertientes sociales.

"La cumbia es un género musical latinoamericano que está creciendo como matriz sonora donde nos encontramos todos los latinoamericanos, como en otro momento pudo ser la salsa o el merengue, que nacieron en Latinoamérica y se exportaron a mundo", explica. "Los géneros se han ido desplazando: hoy la cumbia es la gran música latinoamericana. Los grupos humanos terminan identificándose a partir de sonidos, van encontrando la banda sonora de su vida. Les permite distinguirse y encontrar su lugar en el mundo".

"Es una música dúctil y flexible, fácil de tocar y bailar"
"Fue un espacio de resistencia para emigrantes; ahora no cambia mucho"

El término cumbia es genérico. Solo en Argentina hay 15 tipos de cumbia; en México, casi una decena. "Funciona como una etiqueta que se coloca a muy diversos ritmos", señala Blanco. ¿Por qué la cumbia y no otra música? Su principal virtud es la ductilidad, destaca el profesor. "Es una música que se deja voltear. La complejidad rítmica de la salsa es mayor: para tocar salsa y bailarla se requiere de habilidad y entrenamiento. Aunque es una música que llama al cuerpo y al baile de manera poderosa, la salsa no es fácilmente apropiable", señala. "La cumbia, en cambio, es flexible, fácil de tocar y bailar. Apenas la escucha usted quiere moverse, pero le deja hacerlo a su manera, sin exigencias".

La instrumentación y la rítmica también resultan accesibles. "Y es barata. No necesitas un gran presupuesto para tocar cumbia. Una guacharaca [un instrumento de rascado] la puedes hacer con un tubo de pvc y una peineta: ¡un euro o dos euros y tienes tu instrumento! Es una música asociada a emigrantes pobres", añade Blanco.

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El primer viaje de la cumbia fue desde el campo a las grandes ciudades latinoamericanas, con los grandes movimientos migratorios de mediados del siglo XX, recuerda Blanco. "Eran campesinos que tuvieron que adaptarse a una nueva vida en la ciudad. La cumbia les ayudó: en las letras de las canciones, con alegría, con mucho humor, cuentan historias de gente del campo que no entienden que pasa a su alrededor".

La cumbia también tiene su parte reivindicativa. "En la crisis económica de Argentina, la cumbia entregó a las clases populares un espacio comunicativo poderoso, no tenían otro para decir al presidente y a los ministros que eran unos rateros. Es la cumbia villera, por las villas miseria

[los barrios de chabolas de la periferia de las grandes ciudades] donde se cantaba contra los políticos y se hacía una apología de los pibes chorros, los chicos que hacen de Robin Hood, robando en una empresa grande y repartiendo en su villa, y se alababa la droga y el sexo. Es la nueva canción protesta argentina". En México, en cambio, la cumbia se transforma con grandes equipos de sonido, que permite organizar fiestas callejeras. "La cumbia suena por debajo y se mezcla con otras músicas". El origen es popular pero se extiende a otras capas sociales. "Vamos hacia una cumbia interclasista".

La cumbia ha arraigado en las comunidades latinas de los Estados Unidos. "Los emigrantes se encuentran en los bailes donde se hacen visibles y tienen una identidad", destaca. Sobre la música un presentador no para de hablar. "Manda saludos y hace comentarios de todo tipo. Eso se graba y se convierte en una forma de comunicación con sus sitios de origen".

¿Cumbia política? "Lo político está en reconocerse en el otro, en encontrarse, sin necesidad de que ni los músicos ni los escuchas tengan un discurso político", asegura Blanco. "Es música, que invita al baile y a la alegría. En su origen fue un espacio de resistencia y esperanza para emigrantes pobres; ahora no cambia mucho: sigue siendo un lugar para recargarse y seguir adelante".

El profesor Darío Blanco, ayer, en el paraninfo de la UPV.
El profesor Darío Blanco, ayer, en el paraninfo de la UPV.

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