"¿Dónde compro los billetes del bus?"

"¿Dónde compro los billetes de bus? esto es un follón", aseguró ayer indignado Rafael Martínez Salazar, un pasajero que llegó en autobús desde Elda hasta la nueva estación de Alicante para ir a Ondara. Pero en la nueva estación de autobuses de Alicante las taquillas de la compañía Alsa no estaban ayer operativas, había que ir a la antigua estación, en la calle Portugal. "Es un desastre, venimos en tren de Madrid, en la vieja estación nos dicen que vengamos a la nueva, y aquí que los billetes se compran en la vieja", se quejó Ramón, otro jubilado que iba a Benidorm. A media mañana, los conductores de Alsa empezaron por fin a vender billetes.

La nueva estación de autobuses de Alicante, en la que cada día operarán unos 400 autocares, entró ayer en funcionamiento a las 6.30 de la mañana con algunas carencias. Los pasajeros, principalmente turistas de avanzada edad, se quejaban de la falta de asientos, el bar estaba cerrado, y, sobre todo, denunciaban que la nueva terminal está "muy lejos de la estación de Renfe, nos han fastidiado", decía otra vecina de Madrid que madrugó para coger el primer tren, llegar a media mañana a Alicante para poder disfrutar de la playa benidormí. "Nos hemos estrellado, empezamos bien las vacaciones", se lamentaba su marido.

Los usuarios despitados no encontraban las taquillas que están en la planta superior de la nueva estación, que costó 3 millones de euros y está ubicada cerca de la antigua estación de Murcia. Los taxistas agradecían la mejora de los accesos, pero echaban en falta zona de sombra en la parada: "¿Y cuando llueva a ver qué hacen los clientes?" se preguntaba un taxista. Pese a todo, el edil, Juan Seva, tildó de "modélica" la puesta en marcha de la nueva estación y consideró "normales" estos problemas en la puesta en funcionamiento. Seva se comprometió a solucionar estas carencias en unos días, y anunció el cierre de la vieja estación para el 12 de septiembre, allí operan todavía las líneas con Andalucía, Madrid y Barcelona.