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ARTE | La semana por delante

Idea y oficio antes de los 30

No superan los 26 años y tienen ya propuestas maduras e interesantes como pintores. Es la primera exposición individual de Diego Vallejo (Salamanca, 1986) y la segunda de Alejandro Bombín (Madrid, 1985), juntos ahora en una galería importante de la capital, Fernando Pradilla (Claudio Coello, 20, hasta el 9 de septiembre).

Vallejo sumerge al espectador en extraños paisajes, imágenes inquietantes, nocturnas o fríamente crepusculares. Sus óleos, muchos de ellos casi abstractos, se agrupan bajo el título de From a tree-house. Y sí, hay una casa y árboles o ramas movidas por un viento oscuro. Fragmentos. Imágenes (o recuerdos) barridos por la velocidad como hace Gerhard Richter en su pintura.

En la otra sala, las obras de Alejandro Bombín despejan a primera vista una duda: no se trata de fotografías o reproducciones manipuladas. Son pinturas en acrílico. Bombín elige páginas de viejas publicaciones, las corta en tiras y va reconstruyéndolas a escala mediante el pincel como si fueran cintas de manchas caprichosas. Al final la imagen se completa de nuevo, perfectamente legible. Bombín habla de "un telar de pintura" o alude al comportamiento de una impresora de ordenador. Titula su muestra Reprotipográfica, algo entre lo manual y lo mecánico. En todo caso, la exposición de Vallejo y Bombín es una seria sorpresa en la que idea y oficio concurren para un excelente resultado.

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