_
_
_
_
_

La policía blinda Mérida por temor a una venganza

La hipótesis de los celos como origen del tiroteo mortal cobra fuerza

Mérida anocheció el miércoles aturdida por la reyerta entre dos familias que acabó con las vidas de una mujer de 71 años y un varón de 38, muertos ambos a balazos, y amaneció ayer atenazada por el miedo a las represalias de la familia de los fallecidos. La seguridad fue reforzada en el barrio de El Peri, escenario del tiroteo, en el tanatorio, donde a las 18.30 se celebró el funeral por las víctimas, y en el hospital, donde se encuentra estable el herido en la refriega. El número de detenidos asciende ya a nueve, y el juzgado de Instrucción número 3, encargado de la investigación, ha decretado el secreto de sumario.

La hipótesis que sitúa los celos como la causa de la pelea cobró fuerza ayer. Una ruptura sentimental enfrenta desde el lunes a dos familias del barrio. Sin embargo, algunos vecinos apuntan también a un ajuste de cuentas por dinero. La llegada de familiares de los fallecidos procedentes de Barcelona hace unas semanas acrecentó la tensión. El lunes la discusión se produjo a voces. El martes subió de intensidad, y varios vecinos escucharon disparos al aire. El miércoles los tiros, que se contaron por decenas, fueron a matar, y acabaron con la vida de dos personas. "Me la ha matado, me la ha matado", cuenta un vecino que escuchó gritar al hijo de la fallecida, con su madre en brazos.

El número de detenidos por la reyerta asciende ya a nueve

La cercanía de una comisaría de policía no impidió que quienes tomaron parte en el altercado lo hicieran a balazos: entre 30 y 50 casquillos fueron recogidos en el lugar, donde la policía permaneció hasta pasadas las diez de la noche del miércoles.

El tiroteo, en plena calle y en las horas centrales del día, ha dejado acribilladas las paredes del barrio y ha marcado el ánimo de algunos vecinos, hastiados de la situación de una zona definida ayer por el alcalde en funciones, Miguel Valdés, como "un espacio desgraciadamente deprimido y complicado". San Lázaro, conocido en Mérida como El Peri, es un barrio señalado por el tráfico de drogas y los conflictos entre clanes. Las peleas son frecuentes, según quienes residen allí. Algunos se quejan de la inseguridad y temen que la situación se reproduzca: "Esto no se queda así. Es solo el principio", profetizó ayer uno de ellos.

La subdelegada del Gobierno en Badajoz, Yolanda García Seco, anticipó por la mañana una jornada "complicada", y las medidas policiales fueron reforzadas en previsión de que el funeral por las víctimas pudiera generar "algún tipo de tensión". La policía teme que la llegada de familiares de los fallecidos desde Cataluña contribuya al clima de venganza, y estableció dispositivos de control en los accesos a la ciudad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Además, varios agentes custodiaban ayer la habitación del hospital donde el herido está ingresado, escenario la noche anterior de diversos altercados. El herido es también, según informaron algunos medios locales, uno de los detenidos.

Un coche policial, en el tanatorio de Mérida, durante el funeral de los dos fallecidos del miércoles.
Un coche policial, en el tanatorio de Mérida, durante el funeral de los dos fallecidos del miércoles.J. MORALES (EFE)

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_