España nada peor
Belmonte y Wildeboer quedan cuartos en las finales de 400m estilos y 50m espalda - Desde 2007 cada vez son menos los españoles que ofrecen su mejor versión en estos campeonatos
La Federación Española de Natación es la que más dinero público ha recibido en el último año en concepto de ayudas por resultados obtenidos. En total, 141.450 euros. El Consejo Superior de Deportes (CSD) creyó conveniente premiar con esta suma el rendimiento del equipo nacional en 2010 por sus actuaciones en los Europeos de Budapest y los Mundiales en piscina corta (25m) de Dubái, dos competiciones de segundo nivel. De esta manera, el CSD contribuyó a respaldar el proyecto de los actuales gestores federativos, con el presidente, Fernando Carpena, y el director deportivo, Luis Villanueva, a la cabeza. Ambos se propusieron llevar al equipo a cotas jamás alcanzadas en unos Juegos Olímpicos. El camino pasaba por una consolidación en los Mundiales de Shanghái, la cita más relevante del calendario antes de los Juegos de Londres. Pero los resultados han sido malos. Peores que en los de Roma 2009 y peores que en los de Melbourne 2007.
Tan solo tres de los 10 participantes han rebajado sus marcas
"La generación de Londres no se puede cambiar", reconoce el entrenador de Mireia
El mayor logro de la delegación nacional en Shanghái, sin contar la natación sincronizada, fue situar a Mireia Belmonte y Aschwin Wildeboer en el cuarto puesto de los 400 metros estilos y los 50 espalda respectivamente. Por potencial, Mireia y Aschwin son los mejores españoles en esta competición. Sin embargo, no consiguieron nadar por debajo de sus mejores marcas en ninguna de las 10 carreras en las que participaron. Ambos se quedaron fuera del podio en las pruebas en las que se midieron ayer.
Los dos se reservaron para competir en estas carreras evitando tirarse a otras para no gastar energía. Villanueva explicó su estrategia: "Ni los 800 libre para Mireia ni los 200 espalda para Aschwin eran pruebas en las que ellos estuvieran entre los favoritos. Podrían haber estado en las finales, pero donde sí tenían posibilidades era en los 50 espalda y los 400 estilos. Jugarlo a una carta en este caso es lógico porque han demostrado que ninguno de los dos ha estado al ciento por ciento".
A sus 20 años, Mireia Belmonte nunca había nadado una final en una cita de primer nivel. La nadadora del Sabadell, encantada con su debut, prefirió no pensar en la ocasión perdida de atrapar un metal. Todavía no toma conciencia de su poderío. Se siente inferior a sus competidoras. Ayer, cuando se cruzó con la australiana Stephanie Rice, que se colgó el bronce, la miró con admiración. "He hecho una final en unos Mundiales en piscina de 50 metros y quedar cuarta con esta gente te recompensa todo lo que he estado trabajando este año", dijo, satisfecha, tras hacer 4m 34,94s frente a los 4m 34,23s de Rice, tercera, que se recupera de una lesión. "Quedar a pocas décimas de una campeona olímpica como ella es un orgullo", apuntó después.
En 2007, el equipo contó con 11 participantes, de los cuales ocho recortaron sus marcas. En Roma, la delegación acudió con 16 nadadores, de los cuales seis bajaron las suyas. En Shanghái, el director técnico resolvió reducir el equipo para hacerlo más competitivo y para ello impuso un criterio inflexible: tan solo acudirían a China los que hicieran las mínimas en el Open de España.
Como consecuencia de esa competición, que se celebró en abril, Villanueva eliminó de la lista a Rafa Muñoz, ganador de dos bronces en Roma y solo convocó a 10 nadadores, dos hombres y ocho mujeres. En un intento por asegurarse el éxito en natación en línea, la federación discriminó a los equipos de aguas abiertas, sincronizada y waterpolo y para que los nadadores viajaran cómodamente contrató billetes correspondientes a clase ejecutiva. Además, Villanueva dotó a la expedición de un cuerpo de apoyo tan numeroso como los nadadores: un médico, un biomecánico, un fisioterapeuta, un analista de vídeos y cuatro técnicos.
Solo tres españoles mejoraron su mejor marca en pruebas individuales durante los Mundiales: Melanie Costa, Duane Rocha y Mercedes Peris. A diferencia de Roma, donde España logró tres medallas en pruebas de natación en línea, en Shanghái el equipo no consiguió ninguna. A título colectivo, una buena noticia fue que las mujeres del relevo de 4x100m estilos mejoraron el récord de España obtenido en Pescara con el bañador de poliuretano, ahora prohibido.
Los criterios de selección no cambiarán para 2012. Villanueva aseguró que piensa perseverar. "Yo no conozco más que una manera de seleccionar de manera objetiva", declaró; "no digo justa porque aquí justo no hay casi nada, pero sí objetiva, que es poner unas mínimas y que todo el mundo sepa el criterio que se usa para valorar. Hacer excepciones provoca incertidumbre en la gente".
Frédéric Vergnoux, director técnico del Sabadell, y entrenador de Mireia Belmonte, goza de un gran respeto en la federación. Su visión del futuro es nítida, pero poco esperanzadora para España, al menos a corto plazo. "La generación de Londres no se puede cambiar", dice Vergnoux; "no se puede cambiar un Melquíades, una Duane Rocha o una Mireia. Pero se puede cambiar a un chico de 12, 13 o 14 años. En España falta el camino del largo plazo. Detectar a los que nadan bien con 13 años y plantearse una hoja de ruta, una reunión con la familia para que ayude, un proyecto desde las bases".
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