El turismo internacional levanta cabeza en Andalucía

Luciano Alonso, consejero de Turismo, hizo ayer su primer balance de la temporada veraniega lleno de optimismo. Para empezar porque, según datos de la Junta, han aumentado las pernoctaciones y ha habido una recuperación del turismo internacional. "Nos habían abandonado", dijo Alonso, antes de reunirse con el Consejo Andaluz de Turismo en Málaga para valorar el primer semestre del año.

El empuje del turismo internacional ha hecho que el sector andaluz crezca un 2,5% de enero a mayo y aumente el empleo un 2,3%. "Cada euro que gasta un turista se reinvierte unos 50 céntimos, por lo que nos llegaría casi 1,47 euros", destacó el consejero. Las compras de los turistas generarán este año 9,7 millones de ingresos, según estimaciones del gobierno andaluz.

Lo que esta "perezoso" es el turismo nacional. Según el consejero, "compra mucho la noche anterior y muy pegado al inicio de las vacaciones, porque tiene posibilidades enormes para acercarse" debido a la mejora de las infraestructuras. Además, cada vez son más los turistas andaluces que "buscan un rincón que no conocen en su propia tierra". Alonso recordó que todavía quedan algunas plazas libres que se pueden ofertar.

El consejero confía en que agosto y septiembre mejoren los resultados de julio. En el encuentro, en el que analizaron la evolución del sector turístico, el consejero remarcó el crecimiento total del turismo en un 2%, el aumento de las pernoctaciones y el gasto público. Alonso atribuyó esa mejora, sobre todo, a la calidad, a la diversidad de ofertas y la innovación que permite "generar experiencias y emociones al turista".

El consejero aprovechó la cita en Málaga para recordar que la próxima semana se debatirá la Ley de Turismo Andaluz, "un texto legal e innovador para dar respuesta a las necesidades del siglo XXI". En la norma se incorporan medidas de ordenación, promoción, mejora de la accesibilidad a los recursos y fomento de la creación de empleo, entre otras cosas. Durante su intervención, Alonso apuntilló que "es una ley no solo para gestionar el presente, sino también el futuro".