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Telefónica pacta con los sindicatos el ERE que afecta a 6.500 empleados

El ajuste no tendrá coste para el Estado, tal y como exigía el Gobierno

Ramón Muñoz

Fumata blanca para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Telefónica que supondrá el despido de 6.500 trabajadores en los próximos tres años. Y todos contentos: empresa, sindicatos y Gobierno. Tras más de un mes de negociaciones, la dirección y los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO han llegado a un acuerdo sobre las condiciones del ajuste. Las salidas no tendrán coste alguno para el Estado, ya que la compañía se compromete a asumir el dinero del desempleo de los trabajadores que se acojan al mismo, como le demandaba el Ministerio de Trabajo, informaron en fuentes sindicales.

El acuerdo, al que se sumó también el sindicato STC-UTS, garantiza que los trabajadores que se acojan al ERE a partir de los 53 años recibirán hasta los 61 años un 68% del salario en lugar del 66% que ofrecía originalmente la empresa, aunque inferior al 70% que se pactó en el anterior ERE de 2003. A partir de los 61 años, recibirán un 34% del salario, complementando así la pensión para los que se jubilen anticipadamente. Los menores de 53 años tendrán una indemnización de 45 días por año trabajado, con un máximo de tres años y medio.

Los afectados cobrarán el 68% de su sueldo hasta que se prejubilen
La empresa pacta crear 450 empleos, que se suman a los que tiene pendientes

Tal y como demandaban los sindicatos, el pacto se ha vinculado al acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo para los próximos tres años (2011-2013), con posibilidad de prórroga por otros dos. Durante ese periodo, la empresa no podrá realizar ningún ajuste adicional de plantilla, y los aumentos salariales se supeditarán en parte a los resultados de la compañía. Tampoco podrá realizar movilizaciones forzosas de empleados.

Así, con carácter general, habrá un incremento de la masa salarial del 1% cada año. Si el beneficio operativo antes de impuestos y amortizaciones (OIBDA) se sitúa entre el 97% y el 98,49% de lo previsto, la actualización salarial vendrá dada por la mitad de la diferencia entre el 1% y el IPC real; entre el 98,5% y el 100% la actualización será por la diferencia entre el 1% y el IPC real y, si se sitúa por encima del 100%, se desembolsará una paga de productividad adicional que puede alcanzar los 630 euros.

En el caso de que durante cualquiera de los ejercicios el OIBDA fuera inferior al 98,5%, pero la media aritmética de los tres ejercicios fuera superior, habrá una revisión salarial con efectos de 1 de enero de 2014, para garantizar que en tal momento el incremento de la masa salarial de los tres años de vigencia del convenio sea igual al IPC real acumulado en el trienio. Los sindicatos también han arrancado el aumento del compromiso de creación de empleo del 5% al 7% del ajuste, lo que supondrá 450 nuevos puestos de trabajo, aunque la empresa aún tiene pendiente cerrar parte del plan social del anterior convenio, por lo que los empleos pueden sumar en total los 630 puestos.

Lo que no se ha hecho público es el coste medio por empleado que finalmente tendrá para la empresa este ERE, ni con qué cantidad se dotará el fondo que compense el desembolso del Inem en los dos primeros años en los que los despedidos cobran la prestación de desempleo. Se estima que el coste total del ajuste de plantilla para el grupo que preside César Alierta será de 2.600 millones de euros (más el pago del desempleo de en torno a 300 millones), en lugar de los 3.400 millones que le hubiera costado el plan original planteado para 8.500 trabajadores a cinco años.

El acuerdo se ha conseguido in extremis, a un solo día de que venciera el plazo que da la ley para que dirección y sindicatos pacten el ERE. De esta forma, se le soluciona un problema serio al Ministerio de Trabajo que, en caso de disensión entre empresa y sindicatos, hubiera tenido que marcar las directrices del ajuste. Y además, sale reforzado el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que desde que se anunciara el ERE advirtió de que no toleraría que una empresa como Telefónica, con fuertes beneficios, cargara sobre el presupuesto del Inem parte del coste de ese ERE.

El enfado del titular de Trabajo se tradujo en una modificación de la ley para que, con carácter retroactivo desde el mes de abril pasado, las compañías con beneficios se hicieran cargo del pago de desempleo que le corresponde durante dos años a los trabajadores afectados por un ERE.

También supone un balón de oxígeno para el presidente de Telefónica, César Alierta, que, por primera vez desde su llegada a la cúpula de la compañía, había visto rota la paz social y, lo que es peor, había tenido un conato de enfrentamiento con el Ejecutivo.

Merced a este acuerdo, Alierta hace las paces con los sindicatos y manda un mensaje de responsabilidad al Ejecutivo y, en particular, al ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, al que le resultará más fácil explicar a la opinión pública la autorización de este ajuste.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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