Un gran legado desvaído

Hay mucho de admirable en la historia de Manolo y Ramón. Autores de la grabación seminal del pop en España (un elepé de cuatro canciones, en otoño de 1959, del que anoche rescataron Recordándote), nunca alcanzaron a sus admirados Everly Brothers, pero revitalizaron un país pacato y adocenado donde lo más moderno que emitían las radios eran los boleros de Lucho Gatica.

Grabaron hasta 31 vinilos, vendieron sus propias postales en los quioscos, protagonizaron colecciones de cromos y un tebeo semanal de la editorial Bruguera. Y propiciaron amores imperecederos con algunos temas que siguen instalados en la memoria colectiva: Amor de verano, 15 años tiene mi amor, Quisiera ser, la estupenda Como ayer.

Más de 2.000 admiradores les testimoniaron ayer su aprecio en Puerta del Ángel, pero ni el más justificado acto de amor puede obviar algunas evidencias. La más clara: ni De la Calva ni Arcusa conservan, a sus 74 primaveras, el mínimo necesario de voz para subirse a un escenario. "Hasta los gallos son en directo", admitió el primero, consciente de que las notas agudas bordeaban la hecatombe. El Dúo Dinámico es encantador y se ha labrado una fortuna merecida. Por eso se entiende regular que dilapiden su propia herencia, que nos ofrezcan un legado, ¡ay!, tan desvaído.