Dos muertos y tres heridos en la escalada terrorista talibán contra tropas españolas
Una bomba de al menos 20 kilos de explosivo mata a una soldado y un sargento - "Esta es la fase de mayor riesgo", asegura Chacón tras el cuarto ataque en ocho días
A medida que se acerca la fecha de la retirada de Afganistán, que España tiene previsto iniciar en el primer semestre del año próximo y completar en 2014, los talibanes recrudecen su ofensiva contra las tropas españolas.
Dos militares perdieron ayer la vida y otros tres resultaron heridos al estallar un potente artefacto explosivo improvisado (IED) al paso de un blindado Lince del Ejército español. El atentado se produjo a las 09.45 (hora española), a unos 20 kilómetros al norte de Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. Y solo ocho días después de que otra bomba hiriese a cuatro militares -dos de ellos quedaron mutilados- y a un intérprete españoles.
Los fallecidos iban en el lado derecho del vehículo, donde estalló la bomba
La patrulla atacada ayer regresaba a la base Ruy González de Clavijo, en Qala-i-Naw, tras realizar una misión de reconocimiento por la ruta Lithium, que une el norte con el sur de la provincia de Badghis. El convoy -integrado por tres vehículos Lince y cuatro RG-31- se desvió para inspeccionar las aldeas de Aceska y Kalan-Khana, próximas a la ruta.
El Lince alcanzado por la explosión era el que abría la columna y presumiblemente pisó una mina de presión oculta a un lado del camino. Si el artefacto empleado el sábado de la semana pasada contenía "al menos 20 kilos de explosivo" y era "el más potente utilizado contra las tropas españolas hasta la fecha", en palabras de la ministra de Defensa, Carme Chacón, el de ayer podía llevar una carga incluso superior, según la ministra. Al contrario que entonces, la explosión no se produjo justo debajo el vehículo, sino en su lado derecho. Pese a ello, la caja blindada del Lince, diseñada para resistir la onda expansiva de una mina, no fue suficiente para proteger a sus cinco ocupantes.
El sargento Manuel Argudín Perrino, de 34 años, y la soldado Niyireth Pineda Marín, de 31, fallecieron en el acto. El sargento viajaba en el asiento del copiloto y la soldado iba inmediatamente detrás. Este es el primer atentado mortal que se produce en un vehículo Lince, blindados diseñados especialmente para mitigar el efecto de estos artefactos explosivos improvisados y que el Ministerio de Defensa envió a Afganistán y Líbano, junto a los RG-31, para sustituir a los viejos BMR. Las tropas han sufrido en estos nuevos vehículos siete ataques y en ninguno había habido que lamentar víctimas mortales hasta ahora.
En el ataque resultaron heridos los soldados Jhony Alirio Herrera Trejos y Rubén Velázquez Herrera y el cabo Roi Villa Souto. Su vida no corre peligro.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, viajó anoche a Afganistán acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, para interesarse por el estado de los tres heridos y la repatriación de los dos fallecidos. Ayer anunció en rueda de prensa su intención de comparecer lo antes posible en el Congreso para informar del ataque.
"Los atentados y la violencia registrados esta semana nos recuerdan que no por estar en la etapa final de la misión esta va a ser menos dura ni menos arriesgada. Esta es la etapa de mayor riesgo", aseguró ayer Chacón. Las tropas españolas se encontraban en "alerta máxima" desde mayo, coincidiendo con la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, a manos de fuerzas especiales de Estados Unidos.
El atentado se produjo al sur del puesto avanzado de Ludina, en un tramo de la ruta Lithium que en teoría ya está libre de la presencia talibán. La insurgencia, sin embargo, no se resigna a que las fuerzas leales al Gobierno de Karzai, con el apoyo del contingente español, vayan extendiendo su autoridad por la provincia y han redoblado su ofensiva. En algunas zonas, como sucedió ayer y el pasado día 18, utiliza explosivos cada vez más potentes para atacar a las tropas de la OTAN sin exponerse. En otras, las hostigan con partidas fuertemente armadas. Así pasó el pasado día 21, cuando se sucedieron dos ataques con armas ligeras contra una patrulla española y el destacamento de Darrah-e-Bum, en la Ring Road (la carretera que circunvala Afganistán), con el resultado de dos insurgentes muertos.
Asegurar la circulación por la Ring Road y la Ruta Lithium -donde están a punto de iniciarse las obras de asfaltado de la carretera- resulta esencial para que puedan cumplirse los planes de retirada anunciados el pasado viernes en Bruselas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En torno al 10% de los 1.550 efectivos del contingente español debería volver a casa en el primer semestre de 2012, hasta el 40% en el primer semestre del año siguiente, y la "retirada completa" debería producirse en 2014. Chacón recordó ayer que todos los aliados están cumpliendo sus planes de retirada y que el anuncio de Zapatero "continúa en vigor".
El funeral por las víctimas se celebrará previsiblemente mañana en Canarias, donde tenían su base los fallecidos.
Trece muertos en ataques armados; 81 en accidentes
- Una misión de nueve años y cinco meses. El Gobierno de José María Aznar autorizó en diciembre del año 2001 la participación de España en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, en sus siglas en inglés) en Afganistán. Los primeros efectivos llegaron al país a finales de enero de 2002. Desde entonces, 96 miembros de la misión española (93 miembros de las Fuerzas Armadas, dos guardias civiles y un traductor) han muerto. De ellos, 81 fallecieron como consecuencia de accidentes (62 en el Yakovlev 42, 17 en el helicóptero Cougar y dos más en accidente de tráfico), 13 fueron víctimas de ataques armados y dos por causas naturales.
- 26 de mayo de 2003. Yak-42. Solo 17 meses después de iniciada la misión de las tropas en Afganistán, 62 militares españoles que regresaban a España en un avión ucraniano Yakovlev 42 murieron al estrellarse el aparato en Trebisonda (Turquía). Trece tripulantes del avión (12 ucranianos y un bielorruso) también perdieron la vida en el accidente.
- 16 de agosto de 2005. Helicóptero Cougar. 17 militares que viajaban a bordo de un helicóptero Cougar del ejército español murieron en un accidente cerca de Herat, al oeste de Afganistán.
- 21 de febrero de 2007. Ataque contra un convoy. Una mina al paso de un convoy mata a la soldado Idoia Rodríguez Buján cerca de Shindand (provincia de Herat). Solo unos meses antes, el soldado Jorge Arnaldo Hernández (de origen ecuatoriano) muere víctima de un artefacto activado a distancia cuando patrullaba en la provincia de Farah.
- 9 de noviembre de 2008. Furgoneta bomba contra blindado. Una furgoneta cargada con explosivos y conducida por un terrorista suicida embiste cerca de Herat al último blindado de un convoy, causando dos muertos y cuatro heridos graves. Las víctimas mortales -el brigada Juan Andrés Suárez García y el cabo primero Rubén Alonso Ríos- formaban parte del equipo de instructores españoles que se encargaban de adiestrar al ejército afgano. Catorce meses antes de que se produjera este atentado, los soldados Stanley Mera Vera (ecuatoriano) y Germán Pérez Burgos mueren tras la explosión de una bomba al paso de un blindado en el que viajaban, en el noroeste de Farah. Otros seis soldados españoles resultan heridos en el atentado.
- Siete muertos en ataques en los últimos 20 meses. Desde octubre de 2009 hasta ayer mismo, cuando fallecieron dos miembros de las Fuerzas Armadas, han muerto otros siete soldados de la misión española por ataques de los insurgentes. El más grave de ellos ocurrió el 25 de agosto de 2010, cuando un talibán infiltrado en la policía afgana tiroteó a dos agentes de la Guardia Civil y a su traductor en la base de Qala-i-Naw. El resultado del ataque fue la muerte del capitán José María Galera Córdoba y del alférez Abraham Leoncio Bravo, además de un intérprete español de origen iraní. La persona que causó estas tres muertes fue abatida cuando trataba de huir por otros miembros del contingente español.
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