El director del colegio de Arteixo impide a la niña del 'hiyab' entrar a recoger las notas
Amargo fue el fin de curso y de su primer tramo de escolaridad, la Primaria, para la niña de 12 años de Arteixo que lleva cuatro meses sancionada por acudir a clase con velo islámico. Al llegar ayer por la mañana a su colegio público para participar en la fiesta de fin de curso y recoger sus notas, la menor se encontró con la puerta cerrada. "Ya no eres alumna de este centro", dijo que le comentó el director, José Luis Fernández Pardo.
De esta forma abrupta y fuera de cualquier cauce oficial se enteraron la pequeña y sus padres de que supuestamente se había concluido, con un traslado de centro, el expediente disciplinario abierto, tras varias vicisitudes, en abril por incumplir las normas del colegio que prohíbe asistir a las aulas con la cabeza tapada con cualquier gorro o paño, por mucho que el hiyab sea un símbolo religioso como reconoce la norma del Documento Nacional de Identidad, que sí lo acepta en las fotos.
La familia de la niña denunciará mañana ante la fiscalía lo que su abogado, Iván Jímenez-Arbay, tacha de "barbaridad". El letrado, también profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, cree que este último episodio de un conflicto que afectó la escolaridad de la menor en sexto de Primaria es "una venganza personal" del director por la que se pueden pedir responsabilidades penales. Nunca se comunicó nada oficialmente a los tutores de la alumna, sus padres. "No creo que el consejo escolar esté al tanto, no se puede concebir que se salte todas las reglas de juego", ahondó.No hubo comunicación formal a los padres ni durante la instrucción del expediente disciplinario que la Consellería de Educación de la Xunta obligó al colegio a abrir para dar amparo legal a su decisión de expulsar a la pequeña. Ni mucho menos el centro notificó la resolución y la sanción impuesta tras ese procedimiento. Lo único que recibieron los padres, a su regreso en mayo de vacaciones en su país de origen, Marruecos, fue un burofax de la instructora del expediente, una profesora del propio centro escolar, citándoles para comparecer en el mes de abril. Nadie atendió a las peticiones de los padres para poner nueva fecha a una audiencia que no se celebró.
El martes, en víspera del último día de clase, el director intentó dar una carta a la niña para que se la entregase a sus progenitores y tutores. Pero la pequeña se negó a recogerla, atendiendo las recomendaciones de sus padres y de su abogado, que nunca lograron que se le comunicasen en tiempo y forma las decisiones del colegio desde que estalló el conflicto, el pasado febrero, con la primera sanción leve a la alumna. Entonces, la niña también se enteró por sorpresa de que no podría acudir a ninguna actividad extraescolar al estar sancionada por llevar el hiyab, prohibido en las nuevas normas del colegio de Arteixo aprobadas a mediados de diciembre, cuando concluía el primer trimestre del presente año escolar.
"Sin arreglo a derecho"
"Pese a que nunca actuaron con arreglo a derecho, fuimos aguantando para que la niña terminara el curso", indica el abogado y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Jímenez-Arbay. Pero lo de ayer fue la gota que colmó el vaso. Al ser rechazada en su colegio, la pequeña y su padre fueron enviados al centro escolar de la acera de enfrente, el instituto Ponte dos Brozos, donde se supone que podrá continuar sus estudios la alumna, que inicia en septiembre la enseñanza secundaria.
Pero el director de ese centro, el Ponte dos Brozos, no tenía a las 10 de la mañana ninguna notificación del traslado del expediente escolar de la niña. "Parece ser que a lo largo de la mañana sí se le fue supuestamente notificado", indica el abogado de la familia. Aunque ya era demasiado tarde. La pequeña ni pudo recoger sus notas ni participar en la fiesta de fin de curso que daban en su colegio los compañeros con los que cursó Primaria.
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