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Reportaje:

Renacer en tierra ajena

Julius Pallo, mutilado en Sierra Leona, rehace su vida en Alicante gracias a un programa de Cruz Roja que atiende a 374 asilados

Julius Pallo nació en Sierra Leona en 1988, pero a los nueve años lo perdió todo por pertenecer a la etnia limba. Sus padres y sus hermanos fueron asesinados. Él corrió mejor suerte y fue mutilado. "Estoy mejor en España, allí no tengo nadie, mi vida en Sierra Leona carece de sentido", afirmó ayer este asilado que confía en tener dentro de unos meses la condición de refugiado. Pallo recaló hace 11 meses en Barcelona, y ahora está en Alicante participando en el programa de Refugiados de Cruz Roja, donde intenta rehacer su vida.

"Aprendo español, algo de informática y estoy en contacto con otra gente como yo", afirma Pallo, que llegó a España en su equipo de fútbol -integrado por mutilados como él- para jugar y decidió quedarse para "trabajar y vivir tranquilo". Perdió su brazo y fue torturado durante la atroz guerra civil de Sierra Leona y "eso que no hablaba la lengua de mi madre, solo inglés, no tuvieron piedad con nadie", recuerda tímidamente y con vergüenza. Desde los nueve años estuvo vagando por las casas de "amigos y conocidos" -"yo no tenía a nadie", precisa- hasta que un día decidió, pese a los riesgos y las dificultades, salir de su país. "No quiero volver, prefiero España", admite Pallo, que primero recaló en Barcelona y ahora lleva unas semanas en Alicante beneficiándose del programa de Cruz Roja, que ayer celebró el Día Mundial del Refugiado.

Cruz Roja tiene seis pisos en Alicante para 38 refugiados
Pallo: "Confío en trabajar, tener una familia y rehacer mi vida"

La entidad humanitaria tiene seis pisos distribuidos por la ciudad de Alicante que albergan a unos 38 refugiados, que realizan cursos de reinserción laboral, aprendizaje del idioma y talleres de habilidades. Cada refugiado está un mínimo de seis meses en acogida, con posibilidad de prórroga de otros seis. "Confío en poder trabajar aquí en España, tener una familia y rehacer mi vida", confiesa el refugiado esperanzado.

La Cruz Roja atendió en 2010 un total de 374 peticiones de asilo, y realizó casi 2.500 consultas jurídicas, psicológicas o de información sobre prestaciones educativo-culturales. Julius Pallo confía, pese a estar mutilado, en poder volver a empezar y borrar, aunque sea difícil, el drama de su adolescencia. El programa de atención a refugiados de Cruz Roja, según fuentes de la organización, atiende fundamentalmente a personas procedentes de países africanos, sudamericanos y de los países del Este de Europa, aunque recientemente también se ha incrementado el número de cubanos.

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Con motivo del Día Internacional del Refugiado, Amnistía Internacional en la Comunidad Valenciana denunció la "desprotección" que sufren los extranjeros que llegan como polizones, ya que la Delegación del Gobierno, en la mayoría de los casos, "no facilita la asistencia letrada" que necesitan, y no hay cifras del número de polizones.

El refugiado Julius Pallo.
El refugiado Julius Pallo.JOAQUÍN DE HARO

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