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Justicia tardía para la Zona Franca

Las irregularidades en el recinto fiscal, pendientes de juicio 10 años después

En una década la Zona Franca de Cádiz ha visto la despedida de dos delegados, la entrada de uno nuevo, el cierre de sociedades y empresas problemáticas, la llegada de nuevas inversiones, la aparición de la crisis, el hundimiento del negocio inmobiliario, la parálisis de proyectos industriales o el impulso ahora de su reordenación interior. Lo que no ha visto es un juicio. Hace 10 años que se marchó Manuel Rodríguez de Castro, máximo responsable entonces de la Zona Franca por el PP, que dejó un legado de dudas y sombras sobre la legalidad de algunas de sus operaciones en torno al portal informático Rilco. La maraña judicial no se ha deshecho todavía tras algunos retrasos que no todas las partes entienden.

Un juzgado cree que el portal Rilco fue la tapadera de un oscuro negocio
Dos exdelegados de la Zona Franca en la etapa del PP están imputados

El 19 de febrero de 2001 Manuel Rodríguez de Castro, fichaje del PP, convocó a los medios de comunicación para anunciar su marcha de la Zona Franca. Lo hacía acuciado ya por las denuncias públicas y las críticas por sus excesivos gastos. Entonces no se sabía pero, según consta en el auto del juzgado de instrucción número 4 de Cádiz, el exdelegado lo había preparado todo antes de su marcha. "Consciente de las dificultades que tenía en la continuidad de su cargo y guiado por el ánimo de lucro, se concertó con un matrimonio la finalidad de detraer para su beneficio particular fondos públicos". Después, según la Abogacía del Estado, el dinero de Rilco fue a parar a cuentas a las que Rodríguez de Castro tenía acceso.

El juzgado cree que el portal informático Rilco, una supuesta red de comercio con Iberoamérica a través de Internet, fue la tapadera de este oscuro negocio, que continuó en la etapa de su sucesor Miguel Osuna, del PP. Ambos están imputados en la causa abierta desde 2005 en el juzgado de instrucción. Se les acusa de prevaricación, fraude, exacciones ilegales, malversación de caudales públicos, falsedad documental y omisión del deber de perseguir el delito.

La causa penal ha estado plagada de dificultades. El portal ha tenido que ser valorado hasta tres veces para conseguir un peritaje independiente. Al haber negocios e imputados en el extranjero, cualquier reclamación de documentos ha tardado más de lo habitual. Y a eso se han sumado tardanzas de difícil justificación. Hace un año que el juzgado dictó el auto confirmando las imputaciones. Las acusaciones ejercidas por el PSOE y la Abogacía del Estado dispusieron de 10 días para elaborar sus escritos de petición de penas. Están listos desde marzo. Pero la más importante, la de la fiscalía, no ha llegado todavía. Sobre su escrito han de basarse las defensas para su argumentación. Y con todos esos escritos la Audiencia Provincial fijará la fecha de juicio.

"No hay mayor injusticia que una justicia tardía. Y es muy difícil explicar que un procedimiento dure tantos años. Mi cliente se siente molesto y agraviado por que la justicia le llegue tarde para bien o para mal", ha lamentado José Antonio Bosch, abogado de Rodríguez de Castro. El exdelegado reside en Panamá, aunque de sus comentarios en las redes sociales se extrae que sigue muy atentamente la actualidad política española, con habituales comentarios contra el Gobierno de Zapatero. "Vamos a defender su absolución. No hay cambio", sostiene su letrado. Rodríguez de Castro defiende en Internet que Rilco "hubiera podido valer" al día de hoy lo mismo o más que Yahoo pagó por el portal asiático Alibaba, 748.000 millones de euros. Miguel Osuna, que también ha abandonado la vida pública, dijo esta semana en Diario de Cádiz sentirse "un mártir del PSOE" tras conocer que la acusación de este partido le pide seis años de cárcel. La Fiscalía espera tener su escrito de acusación antes de que acabe este año.

Pero hay más tareas pendientes. El Tribunal de Cuentas ha vuelto a citar a los exdelegados el 21 de junio dentro de su investigación contable por las irregularidades detectadas en la etapa del PP. También se debe resolver la causa penal abierta en la empresa de alimentación QualityFood, mucho más atascada que la de Rilco. El banquillo de la Zona Franca requiere de grandes dosis de paciencia.

El 'caso Rilco'

- Febrero de 2001. Dimite Manuel Rodríguez de Castro, ex delegado de la Zona Franca, acuciado por las denuncias públicas.

- Marzo de 2001. El Gobierno del PP nombra sucesor de Rodríguez de Castro a Miguel Osuna, el entonces subdelegado de Gobierno en Cádiz.

- Marzo de 2004. El PP pierde las elecciones y el PSOE designa máximo responsable de la Zona Franca al que era delegado de Obras Públicas de la Junta, José De Mier.

- Agosto de 2005. José De Mier y la Abogacía del Estado presentan una querella por las irregularidades detectadas en la etapa del PP en la creación del portal informático Rilco.

- Julio de 2010. El juzgado número 4 de Cádiz cierra la instrucción del caso imputando a los dos exdelegados del PP y a varios de los responsables de Rilco.

- Junio de 2011. La fiscalía sigue elaborando su acusación. Su escrito se necesita para que las defensas puedan elaborar el suyo y la Audiencia Provincial de Cádiz pueda fijar la fecha del juicio

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