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El banco de Caja Madrid y Bancaja gana un 15% más por los extraordinarios

Íñigo de Barrón

El camino para salir a Bolsa siempre es farragoso y pesado. Los inversores realizan muchas preguntas para asegurarse de que lo que compran tiene futuro. El proceso de cotización de la entidad presidida por Rodrigo Rato no será fácil, aunque la segregación de un banco bueno, Bankia, con los mejores activos financieros, le facilitará la misión. La salida al parqué está prevista para antes del verano, si la situación de los mercados lo permite.

Ayer presentó resultados el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), donde Caja Madrid, Bancaja y cinco cajas más han volcado su negocio. La entidad ganó 195 millones hasta marzo, un 15,6% más, gracias a aportaciones extraordinarias y las menores provisiones. Todos los márgenes de la cuenta caen con fuerza. Entre ellos destaca el que refleja el negocio bancario, que desciende un 43,5%. Fuentes del BFA estiman que podrían ganar unos 800 millones en 2011, lo que supone un 82% más que el año anterior. En 2010 la entidad hizo un gran esfuerzo en provisiones para reforzar su solvencia, en línea con las exigencias del Banco de España.

Los tres primeros meses de 2011 se han visto beneficiados por tres partidas: la entidad ha liberado provisiones por 153,4 millones del bonus extraordinario de la plantilla de Caja Madrid que no cumplió los objetivos previstos en el plan 2007-2010, establecidos por el anterior presidente Miguel Blesa. Esta cantidad incluye los 25 millones correspondientes al propio Blesa y otros ejecutivos, que reclaman judicialmente.

Otra partida que ha ayudado es la de provisiones, que ha descendido en 111 millones. No obstante, la entidad ha incrementado el saldo de provisiones genéricas. La morosidad ha subido desde el 6,34% de diciembre pasado al 6,68% de marzo. La cobertura de dudosos ha caído desde el 61,3% al 60,1%. La tercera partida que ha contirbuido ha sido la de extraordinarios: el BFA ha logrado 118 millones de plusvalías con las ventas de participadas y de oficinas para su posterior alquiler.

Como admiten en la entidad, las cuentas reflejan la atonía comercial del mercado español. Los créditos han caído un 2,7%, incluidos los hipotecarios y los de consumo. No obstante, el sector ha bajado más por lo que el BFA ha ganado cuota de mercado y ya controla el 11,7%.

Los préstamos a promotores y constructores son el 19% de la cartera y tienen una morosidad del 19%. Los activos inmobiliarios adjudicados totalizan 8.105 millones. Las comisiones han descendido un 5,5%, mientras los depósitos han subido 5,1%. El ratio de core capital se ha elevado 0,24 puntos, hasta el 7,34%, aunque sigue por debajo del nivel regulatorio del 8%.

El coste de los intereses del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de 4.465 millones ha supuesto un pago de 86 millones. La entidad ha cerrado 280 oficinas y ha reducido la plantilla en 1.700 trabajadores.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.
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