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22-M

Cómo ahorrar 145 millones

El plan de Lissavetzky para suprimir la tasa de basuras: recortar gastos superfluos

Elena G. Sevillano

"La tasa de basuras me parece injusta y la vamos a quitar. Que lo sepan los vecinos". El candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky, explicó ayer cómo piensa poner en práctica lo que avanzó en el mitin del domingo pasado: la supresión de la polémica tasa de basuras que implantó Gallardón en 2008. La receta consiste en ahorrar de otros sitios. Solo así será posible compensar los 145 millones de euros que el Consistorio espera recaudar este año gracias a gravar la recogida y la gestión de los residuos de los madrileños. Esos 145 millones deberían salir de varias partidas en las que Gallardón "despilfarra", aseguró Lissavetzky.

Para empezar, el candidato socialista volverá a instaurar la tasa que hasta 2008 se cobraba a los "grandes generadores" de residuos, es decir, negocios de más de 500 metros cuadrados. Así obtendría 36 millones de euros. El resto, puro recorte. El candidato socialista calcula que puede ahorrar 14,3 millones de euros reduciendo el número de directivos y de personal de confianza, cuyo crecimiento en las dos últimas legislaturas ha sido "desmesurado e injustificable". La tijera puede meterse también en los alquileres que paga el Ayuntamiento para albergar sus oficinas: 29 millones menos. Al reducir la "publicidad y propaganda" se liberarían otros 5,8 millones. La cantidad más abultada es la que corresponde a estudios y trabajos técnicos. Ahí podrían ahorrarse 40 millones. "Gallardón ha gastado 390 millones entre 2004 y 2010", subrayó Lissavetzky. Finalmente, el candidato propone también reducir la seguridad privada en los edificios municipales, lo que restaría otros 20 millones. A los vigilantes privados los sustituirían los miembros de más edad de la Policía Municipal.

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Lissavetzky criticó la tasa de basuras y la calificó de "injusta, discriminatoria, abusiva e innecesaria". En su opinión, solo pretende "recaudar". El candidato socialista también recordó cómo el IBI -donde estaba incluida la gestión de las basuras hasta la llegada del nuevo impuesto- se ha incrementado en Madrid un 245% entre 2003 y 2011, pese a la creación en 2008 de la tasa de basuras. De ganar las elecciones, Lissavetzky volvería a incluir la recogida y gestión de las basuras en el IBI. Sin subirlo: "Estamos en la idea de la congelación", afirmó.

Lissavetzky contestó también a la invitación que, una hora antes, le había hecho Gallardón para que se quede en la oposición tras las elecciones del 22 de mayo. "Yo lo que había oído es que el que se marcha es él", respondió. "He dicho por activa y por pasiva que me voy a quedar haciendo oposición o haciendo de alcalde. Él, en cambio, está en Madrid de paso".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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