Los niños de ocho años podrán tirar petardos con permiso de sus padres

La Generalitat rebajó ayer la edad mínima para poder tirar petardos. El Gobierno aprobó el año pasado un decreto, que trasladaba al derecho español la normativa europea, en el que se establecía los 12 años como el límite inferior para manejar el material pirotécnico más inofensivo, el englobado en la categoría 1. El Consell redujo ayer esa posibilidad a los ocho años. El decreto del Ejecutivo fijaba también en 16 años la edad mínima para utilizar material pirotécnico de categoría 2 (más potente que la anterior). El Gobierno valenciano rebaja ese listón a los 10 años.

Al contrario que en otras ocasiones, los cambios introducidos por la Generalitat no provocarán esta vez un conflicto entre Administraciones: el decreto del Ejecutivo autoriza "que puedan ser las comunidades autónomas quienes puedan aumentar o disminuir las edades", "a la vista de que la venta y puesta a disposición de estos artificios está íntimamente ligada a las costumbres y tradiciones culturales" de cada zona, y de que la directiva europea que se traspone lo permite. La Delegación del Gobierno en Valencia estudiará el decreto como siempre que una norma autonómica afecta a una estatal, pero en un principio no detectó problemas en la nueva norma de la Generalitat.

Fianza de 4,5 millones a la falla donde explotó una furgoneta en 2007

Los padres de los menores deberán autorizarles por escrito. El formulario estará disponible en la web de la Consejería de Gobernación y en las oficinas PROP de la Generalitat.

El Consell introdujo en el decreto el carácter "religioso, cultural o tradicional de las fiestas mayores, patronales o de barrio" de los municipios valencianos "en las que, de manera habitual u ocasional, pero siempre de modo ritual, se utilicen artificios de pirotecnia". Entre estas fiestas figuran Fallas, Fogueres y todas las demás en las que el uso de la pólvora tiene, según su definición, carácter "ritual".

El juzgado de Valencia que instruye la causa por la explosión de una furgoneta cargada de material pirotécnico que hirió a 17 personas en las Fallas de 2007, ha impuesto, por otro lado, una fianza de 4,5 millones de euros para cubrir las indemnizaciones. Los acusados son el presidente de la comisión Azcárraga-Fernando el Católico y el pirotécnico que debía disparar la mascletà. Como responsables civiles figuran, además, dos aseguradoras de la falla, la empresa pirotécnica y el Ayuntamiento.