Para gustos... los planos del metro
Los alumnos de una clase de diseño gráfico elaboran con su profesor siete mapas del tren subterráneo - Hay para turistas, niños, amantes de la curva o de la recta
¿Qué le parecería disponer de un mapa del metro para cada día de la semana? ¿Poder elegir a la carta el plano que más se adapta a sus necesidades? El último encargo de la clase de 2º de Gráfico, en el Istituto Europeo di Design (de nombre italiano), es de lo más práctico. Los estudiantes han contado con dos semanas de trabajo, un objetivo claro y casi toda la libertad del mundo para ponerlo en pie. El profesor, Javier Noguerol, pidió a sus alumnos de este centro privado que reinterpretaran el mapa de Metro de Madrid. Las propuestas más interesantes están colgadas en la web http://mapametromadrid.iednetwork.com/. Sus autores, estudiantes de entre 20 y 30 años, los explican en un receso entre clases con los planos impresos delante o ampliados en la pantalla.
Los estudiantes disponían de dos semanas y casi plena libertad
En la guía de niños el transbordo es la "comunicación de estaciones a pie"
Marta Velázquez, madrileña de 25 años, propone un mapa solo para turistas. Su diseño rodea con un círculo enorme el centro de la ciudad. Y une las paradas con líneas curvas, como los pasatiempos en los que hay que trazar una figura juntando punto a punto. Lo muestra en papel. Doblado ocupa casi el doble que el original. "He hecho las letras más grandes en las estaciones de visita obligada", explica Velázquez mientras sujeta su dibujo, que deja todo el extrarradio en un segundo plano. Cree que Madrid "es demasiado grande y ofrece un plano del metro muy complejo" para el visitante que solo recala por unos días. "Quise eliminar algunas paradas, pero teníamos que completarlo entero", revela la alumna.
A Luis Jiménez, sevillano de 35, no le interesan las curvas, porque busca "la distancia más corta entre dos puntos". Su propuesta, que llama La Línea, incluye los transbordos más separados que el actual y rechaza las aristas y los ángulos.
Silvia Chiclana ha dibujado un sol de rayos naranjas en la estación de Sol. Su mapa de metro es para los niños. Líneas en tonos pastel, conceptos con traducciones (a los transbordos los llama "comunicación de estaciones a pie") y letras grandes y redondas que parecen hechas a mano. A esta sevillana de 22 años le interesaba una fórmula "más orientativa, no tan exacta" del plano, que sirva a un chaval "de unos ocho o nueve años" para moverse por la red.
"Me he basado en el último diseño, que fue muy polémico, y he intentado mejorarlo". Alberto Valiente (24), se puso el listón alto. Su intención era reinterpretar el mapa actual de Rafael Sañudo, que fue muy criticado cuando sustituyó al antiguo en 2007. Valiente mantiene el trazado del río y cambia los ángulos por curvas "que son más cálidas, eliminan el aire robótico y mejoran la visibilidad".
El reto de Mónica Henao, confiesa, era simplificar el asunto. El mapa de la colombiana, de 25 años, se llama Sencillo y es el que más respeta el modelo oficial, aunque separa las estaciones del centro "que son las más difíciles de entender" y recalca las paradas de inicio de cada línea con letras mayúsculas y en negrita para que se entiendan mejor. Asegura que, lo que más le costó, fue encajar los nombres de todas las estaciones.
A la más joven de la clase, Lucía Aguado (19), le salió una composición llena de raíles cruzados. Su propuesta, Apilados, deja de lado las referencias geográficas y borra el río. "Lo que realmente importa al viajero es la estación a la que se dirige", resume. Su plano se fija sobre todo en el centro de la red y reduce los espacios y las estaciones de los alrededores.
"Hay ejercicios más o menos arriesgados pero todos tienen puntos bien resueltos", señala el profesor, Javier Noguerol. También él hizo un diseño. En su mapa, que incluye una versión con fondo blanco y otra en negro, tiene un enorme redondel en el centro. En su propuesta, la línea 6 es realmente circular.
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